Los árboles de papel

El nombre científico es polylepis, pero la sabiduría popular le ha dado el nombre de árboles de papel, porque del tronco se desprenden, pequeñas y delgadas làminas, que se deshojan en forma similar a un libro.
Estos árboles se encuentran, entre los 3.600 a los 4.000 metros de altitud, en Ios lugares que están protegidos de los fuertes vientos, y tienen la humedad ambiental adecuada, en los valles em forma de V, y en los contrafuertes de antiguos glaciares en forma de U, que aparecen junto a las montañas.
Estas asociaciones boscosas andinas, aparecen como manchas de olor verde, debido a las ramas y hojas, y de color cepia, que es la característica de la corteza del tronco, que al desprenderse y al caer, dan al suelo esa coloración.
Hemos visto bosques de árboles de papel, en el sector lagunístico de El Cajas, pertenecientes a la Provincia del Azuay; en los flancos internos de las estribaciones de la Cordillera Occidental de los Andes, en los terrenos de la Parroquia de San Fernando, en la provincia de Tungurahua; pero los de más fácil acceso son los que existen junto a la carretera Quito-Papallacta, antes de llegar a La Virgen del Páramo; al costado derecho de la carretera hay un claro que conduce a un sendero, por el que se arriba al interior de un bosque de árboles de papel; mientras se va bajando, va observando la grandiosidad del bosque.
Cuando se llega a la mitad del bosque, se puede apreciar de cerca a los árboles de papel por doquier, como hace la naturaleza; se proyectan hacia el cielo, formando un enmarañado conjunto de ramas y hojas que cubren gran parte del espacio aéreo; el espectáculo, en el interior del bosque, es admirable, fabuloso y diferente.
Se deben proteger, los árboles nativos como los polylepis, que aún existen en nuestro país, para conservar las especies autóctonas; en beneficio de las futuras generaciones, y del turismo vinculado a la naturaleza, de nuestro maravilloso Ecuador, que debemos conocer. (O)
