Rompamos creencias de la pobreza

¡No inviertas! Necesitas mucho capital para hacer empresa; esta es una creencia que no se aplica en nuestros días, de hecho, las cosa han variado significativamente, debemos buscar los espacios necesarios, considerando que la era digital, la creatividad y la innovación son tanto o más importantes que el capital del inversión.
Recordemos que hoy en día gracias al internet podemos llegar a nuestros clientes a cualquier parte del mundo, en cualquier continente, debido a que las plataformas digitales, las redes sociales y el comercio electrónico, permiten posicionar nuestras marcas sin que necesariamente tengamos una presencia física de nuestros productos, es más, ni siquiera nos conocemos corporalmente, pero ya podemos estar haciendo negocios.
El uso de catálogos electrónicos es tan usual en estos días, que los clientes comparten imágenes, descripciones, precios, especificaciones y disponibilidad de los productos en tiempo real, lo importante es que esta “tienda” se encuentra abierta las 24 horas del día, los 365 días del año y, no cierra fines de semana, peor aún en feriados. Hasta hoy tengo los recuerdos cuando tenía que hacer la compra en una tienda de mi ciudad (Ambato) y primero debía observar el horario de atención, esperar que el carácter de mi asesor o vendedor sea el adecuado y que luego exista la “química” necesaria para llevar a cabo la negociación… las cosas han cambiado mucho.
¡Debes trabajar duro, toda la vida para ser rico! Este dicho quedó atrás, vivimos una etapa de la eficiencia en los negocios donde el liderazgo asigna de manera adecuada las funciones y responsabilidades de todos los colaboradores, ahora eliminamos pasos innecesarios y automatizamos tareas, con economías de escala para reducir costos de producción.
Tenemos variedad de empresas en Tungurahua, calzado, confecciones, procesamiento de agua, internet, transporte, educativo, etc., en cada una de ellas podemos romper ciertos mitos que tienen que ver con la creencia de nuestra ineficiencia.
Evidenciemos que la pobreza no solo puede ser económica sino intelectual o pesimista, en esta última se agrupa a aquellas personas que al iniciar algún proyecto, cualquiera que este sea, consideran que les va a ir mal, porque no tienen suerte, el cónyuge no les ayuda, no tienen mucho dinero para invertir, etc. a estos emprendedores solo puedo decirles, rompan creencias arcaicas, piensen solo en positivo, estudien e investiguen más sobre su producto y nunca pero nunca de los nuncas crean que las dificultades encontradas son malos augurios para un negocio, sino todo lo contrario, asimilen estos contratiempos como una experiencia enriquecedora para evitar cometer esos errores en el futuro. (O)
