Páramos Casahuala-Pilisurco son protegidos

En la mañana del lunes 24 de noviembre, el Ministerio de Ambiente y Energía entregó la denominación de Otra Medida Eficaz de Conservación (OMEC) al área de los Páramos de Casahuala-Pilisurco, un hito histórico que la convierte en la primera OMEC de Tungurahua. Esta área se extiende por 11.608 hectáreas y su reconocimiento refuerza la gestión comunitaria del ecosistema andino.
El acto formal de entrega de la resolución contó con la presencia de constituyentes del Fideicomiso Fondo de Páramos de Tungurahua y Lucha contra la Pobreza, dirigentes de organizaciones comunitarias y autoridades.
El doctor Antonio Chachipanta, presidente de la Federación de Organizaciones del Pueblo Indígena y Campesino Evangélico de Tungurahua y constituyente del fideicomiso, dio las palabras de bienvenida. Destacó que el Fondo de Manejo de Páramos nació hace 17 años de la lucha de los pueblos indígenas, y que la conservación del páramo significa «vida» y «salud» para la población de Tungurahua y Ecuador.
Inés Arias, secretaria técnica del Fideicomiso Fondo de Páramos, contextualizó la importancia de esta resolución, señalando que el reconocimiento cumple con la finalidad de la entidad de «reconocer por parte del Estado los páramos conservados en las zonas comunitarias». Explicó que el proceso se llevó a cabo con el apoyo de la cooperación internacional WCS, que apalancó recursos para desarrollar el expediente técnico presentado al Ministerio de Ambiente y Energía.
El reconocimiento OMEC se fundamenta en los acuerdos internacionales de biodiversidad, como la meta 30×30, que busca la protección del 30% de los ecosistemas terrestres y marinos a nivel mundial. Como país, Ecuador adoptó esta figura mediante el Acuerdo Ministerial 130 de 2023 para reconocer áreas manejadas por comunidades que se encuentran fuera del Sistema Nacional de Áreas Protegidas.
El proceso de construcción del expediente se inició en 2024, con estudios de flora y fauna que determinaron la presencia de valores de conservación importantes. Entre ellos se mencionaron el bosque de páramo de Polylepis reticulata, catalogado como especie vulnerable; el páramo de almohadillas —clave para la captura de carbono—, y los humedales, vitales para la recarga hídrica de reservorios como Chiquiurco y Mula Corra. También se registra la presencia del conirrostro bigotudo (Conirostrum cinereum), un ave en peligro de extinción.
Byron Lagla, director nacional de Áreas Protegidas del Ministerio de Ambiente y Energía, destacó que la OMEC Casahuala-Pilisurco es la más grande reconocida por esta cartera de Estado, y un reconocimiento a la gestión y la conservación que pueblos y comunidades han venido realizando por décadas.
El biólogo Lagla hizo la entrega formal de la resolución y resaltó los beneficios financieros que se abren, especialmente la posibilidad de postular a convocatorias de proyectos y programas que buscan la sostenibilidad financiera de estos nuevos mecanismos de conservación, en el marco del proceso de canje de deuda por naturaleza.
Finalmente, la ingeniera Diana Paredes, de World Life Conservation Society (WCS), reafirmó el compromiso de su organización para seguir impulsando la colaboración y fortalecer las capacidades de las comunidades que actúan como guardianes de los páramos. La OMEC Casahuala-Pilisurco se convierte en un ejemplo regional de gestión comunitaria y conservación para el cumplimiento de las metas globales de biodiversidad. (I)
