Informalidad afectó al boulevard de la Flores
El sector comercial del Boulevard de las Flores enfrenta un cierre de año complejo en este 2025. Según las declaraciones de Tula Cruz, presidenta de esta asociación, el balance general refleja una situación económica difícil que ha impactado directamente en el bolsillo de los ciudadanos y en los ingresos de los vendedores formales en Tungurahua.
Uno de los problemas más críticos expuestos por Cruz es el aumento descontrolado de la informalidad. Los comerciantes formales denuncian que las calles, redondeles y cercanías de las iglesias, como Santo Domingo, se han convertido en mercados improvisados donde se venden flores desde vehículos y busetas sin ningún tipo de regulación ni control por parte de los entes municipales.
Esta competencia desleal se agudiza durante las festividades importantes como San Valentín, el Día de la Madre o Finados. Mientras que los socios del Boulevard deben gestionar permisos municipales para ocupar espacios específicos, los vendedores informales se instalan libremente en vías principales como la Juan Benigno Vela y Espejo, perjudicando las ventas de quienes pagan impuestos.
Actualmente, el Boulevard de las Flores cuenta con 18 comerciantes registrados, de los cuales 15 laboran activamente de domingo a domingo. El compromiso de estos trabajadores es total, cumpliendo jornadas extensas que inician a las seis de la mañana y se prolongan hasta altas horas de la noche para intentar captar a los clientes nocturnos.
Respecto al próximo feriado del 31 de diciembre, las expectativas son moderadas pero esperanzadoras. Los comerciantes confían en la venta de los tradicionales «chagrilitos» para los baños rituales de fin de año, una costumbre que persiste entre la ciudadanía y que representa una oportunidad para dinamizar ligeramente su economía antes de iniciar el nuevo ciclo. (I)
