Parroquia Jesús del Gran Poder entre fe e historia

Interculturalidad

La parroquia eclesiástica Jesús del Gran Poder está a cargo de los padres Franciscanos. Ellos en su primera venida en tiempo de la Colonia, estaban situados en lo que se conoce actualmente como la Parroquia Civil San Francisco, o también identificada como la Medalla Milagrosa y sus contornos.

El titular de este convento fue San Pedro de Alcántara. De esa época quedó la imagen de San Gonzalo, mártir Franciscano.

Por razones muy especiales, los Franciscanos debieron dejar la ciudad de Ambato en 1888, y luego, al transcurrir los años hasta 1949 fue nombrado el Primer Obispo el Fray Bernardino Echeverría Ruíz, OFM.

Los fieles creyentes aprovecharon esta coyuntura para formar las diferentes comisiones, e ir donde el Obispo para que se consiguiere del M.R.P. Provincial, la fundación de los Franciscanos en esta ciudad y en el año 1950, siendo el Provincial el padre Francisco María Roldan, quedaron de acuerdo para que se haga realidad la fundación.

El fundador principal fue el padre Pedro Pablo Andrade, y en segundo lugar el padre Conrado Tamayo; ellos hicieron recorridos para buscar el lugar donde ivan a situarse hasta que el obispo Bernardino Echeverría, juntamente con los Frailes Menores, se acercaron hasta las señoritas Jáuregui y les expusieron la necesidad de un terreno para la Fundación y ellas cedieron con mucho cariño parte del terreno que tenían en el barrio Yahuira, al sur de la ciudad.

En estas circunstancias, el padre Pedro Pablo Andrade es nombrado por la Santa Sede como el primer Prefecto Apostólico de Galápagos, en su reemplazo fue nombrado el reverendo padre Enrique Pesántez.

Para la fundación, las señoritas Jáuregui, prestaron por un tiempo  el Chalet que estaba junto al terreno que ellas generosamente donaron.

El dos de agosto de 1951 los Franciscanos hacen su entrada triunfal y fueron recibidos por las autoridades en el Socavón, desde donde la gente se organiza para realizar un gran desfile recorriendo pro las calles de las ciudad en compañia del acalde ambateño José Carrasco y el presidente de la Corte, Víctor Manuel Garcés.

El lugar de encuentro era la Capilla de la Santa Faz, de las Hermanas de la Providencia, que hacía de Catedral, y allí esperaba monseñor Bernardino Echeverría para ofrecer la santa misa y cantar el Te Deum con toda la concurrencia que se dio cita. (I)

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