Vamos a la playa / Dr. Guillermo Bastidas Tello

Columnistas, Opinión

La sentencia de San Francisco de Asís: “Yo necesito poco, y lo poco que necesito, lo necesito poco”, le queda corta a la humanidad siglo XXI cuando no puede discernir en plena Pandemia Covid 19 Sars 2 , cuándo, dónde y cómo obtiene lo poco que necesita.

Los casos de coronavirus en Ecuador, al viernes 7 de agosto, son:  91 969 confirmados y 5897 fallecidos, esta escalada de nuevos casos, a su vez, provocó que el promedio diario subiera a una media de los últimos 15 días de 162 a 200.

El Ecuador enfrentará una situación compleja y grave en el mes de agosto, los próximos días, según un estudio realizado por el Centro MRC para el Análisis Global de Enfermedades Infecciosas, del Imperial College London, The MRC Centre for Global Infectious Disease Analysis (MRC GIDA), la primera quincena aumentará abruptamente y de manera exponencial el número de infectados con COVID. La segunda semana aumentarán las defunciones o muertes por COVID 19 Sars 2.

Si se mantiene la irresponsabilidad Social y la irresponsabilidad gubernamental, que es lo más probable, la demanda de camas hospitalarias y en UCI aumentará en las próximas cuatro semanas de agosto, ya que habrá pacientes que requieran de oxígeno o ventilación mecánica complementaria.

Estas proyecciones suponen que aproximadamente el 5% de todas las infecciones requerirán tratamiento con oxígeno a alta presión y que aproximadamente el 30% de los casos hospitalizados requerirán tratamiento con ventilación mecánica.

Sin embargo y a pesar del escenario dramático, el COE Nacional ratificó la decisión de permitir el ingreso de turistas, desde este miércoles 5 de agosto, a 40 playas en cinco provincias del país: 13 en Esmeraldas, 8 en Manabí, 15 en Santa Elena, 2 en Guayas, 2 en El Oro.

Otro desacierto de los tantos, los comete la OMS cuando, manifiesta:  bañarse no implica riesgo de contagio, el riesgo debido al Covid19 en el baño recreativo se relaciona más con el relajamiento de las medidas de distanciamiento social y menos con el virus en el agua; ante aquello y de forma inmediata las empresas turísticas, sin importar la Salud y aprovechando la ignorancia de la sociedad ha invitado abiertamente bajo el slogan VAMOS A LA PLAYA.

Un insulto a la inteligencia humana resulta la decisión de abrir las playas y declarar feriado turístico en plena cúspide de la pandemia.

Lastimosamente la Pandemia, con las medidas de aislamiento, privación de la libertad, distanciamiento social han producido un daño neurobiológico que simula a una conducta suicida en las personas que sabiendo que viajar a la playa, andar sin mascarilla y divertirse desenfrenadamente le puede producir la muerte, salen escandalosamente en caravanas rumbo a la costa marina, a las discotecas, a los balnearios y aguas termales, sin importarle un comino su vida; desgraciadamente  ésta   resulta ser una conducta psicopatológica.

Conducta psicopatológica que se la explica desde la disfunción del sistema límbico, corteza cerebral prefrontal, corteza ventrolateral prefrontal VLPFC izquierdas, así como en la corteza cingulada anterior (ACC), conectividad frontotalámica interrumpida, advirtiendo un número reducido de las proyecciones de fibras que conectan la corteza orbito frontal (OFC) izquierda y el tálamo a través de la extremidad anterior de la cápsula interna en pacientes con comportamiento suicida.

El aislamiento además genera una disminución de serotonina, aumento de adrenalina y disminución de los niveles de dopamina.

Todo esto explicaría lo que muchos seres humanos psíquicamente estables no podemos entender: vamos a la playa en pandemia a pesar de que puedo encontrar la muerte; entonces, al parecer lo poco que necesita el homo saphiens, lo sale a buscar a costa de su propia vida, en una forma indirecta de suicidarse socialmente. (O)

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