Ambato productivo por siempre / John Tello Jara

Columnistas, Opinión


Siempre llamó mi atención la pujanza de nuestro pueblo ambateño ante las adversidades que hemos tenido que afrontar; el primer registro de un terremoto en nuestro entorno nos ubica el 20 de junio de 1698 en las cercanías del volcán Carihuairazo, lo cual provocó un sinnúmero de deslaves que conllevó a flujos de lodo destructivos.

Un segundo sismo se registra el 4 de febrero de 1797 con epicentro en la ciudad de Riobamba y con un impacto destructivo desde Quito por el norte hasta unos 60 km al sur de la sultana de los andes; y luego el sismo del 5 de agosto de 1949 con una destrucción en ciudades como Ambato, Píllaro, Pelileo, Guano entre otras.

Los desastres naturales, lejos de desanimarnos al diario vivir, nos ha impulsado a convertirnos en altamente productivos y comerciantes, por algo se dice que luego del terremoto a eso de las cinco de la tarde, ese mismo día se vendía secos de gallina, caldos, etc.

Estos hechos admiten considerar a los ambateños como “altivos” y orgullosos de nuestro territorio, pero también en nuestra ciudad se erigieron empresas que han dado realce a impulsar la dinámica económica y productiva, así tenemos la producción textil a inicios del siglo XX, con fabricación de casimires, casinetes, lienzos, tejidos de punto, pañolones; refinerías vinícolas ubicados en Quillán, Tunga, Pitula, etc.

Confiterías y bombonerías, panaderías, producción de calzado y talabartería, cervezas, aguas gaseosas y sodas, fábricas de harinas y por supuesto molinos, suelas y cueros preparados, alfombras, muebles, frutas conservadas; en realidad la variedad de la producción y los servicios como hoteles y teatros, permitió el crecimiento de Ambato.

En la actualidad tenemos una ensambladora de vehículos, producción de vidrio templado, vidrio de seguridad, fábrica de carrocerías y, qué decir de la producción agrícola con papas, cebolla (blanca, colorada), zanahoria, ajo, lechuga, coliflor, brócoli, así como una variedad de frutas.

Si   bien estamos atravesando una pandemia, de las más fuertes que hemos pasado en nuestra historia, considero que la estirpe del altivo dará realce a nuestro crecimiento. (O)

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