Trump acusado y victorioso / Luis Fernando Torres

Columnistas, Opinión

La persecución política generalmente hace crecer la figura de los perseguidos. La persecución judicial de los adversarios políticos no siempre infla su perfil, salvo cuando es salvaje, por la obsesión de criminalizar una conducta.  A Trump le han perseguido los demócratas en los dos frentes y, hasta ahora, lo único que han logrado es victimizarlo y sobredimensionar su liderazgo, abriéndole el camino, inclusive, para la reelección.

La Cámara de Representantes o Cámara Baja de Estados Unidos, con mayoría demócrata, le ha acusado de presionar al Presidente de Ucrania con ofertas de ayudas económicas a cambio de información inculpatoria del exVicepresidente y de su hijo, inmerso éste en negocios oscuros en ese país.

El veredicto final está en la Cámara del Senado. Allí, la mayoría republicana se alista para rechazar la acusación, dejándole a Trump bien librado.

En el proceso de enjuiciamiento del Presidente Trump no ha sido importante el contenido de la absurda acusación de los demócratas. Lo que ha contado ha sido el mensaje que han recibido los electores estadounidenses.

Para la mayoría de aquellos que van a decidir la elección presidencial en noviembre de 2021, el mensaje que le ha llegado ha sido muy simple: la acusación demócrata en contra de Trump no resuelve los problemas de la gente y sólo sirve para ajustes de cuentas entre políticos.

Tan preocupados están algunos diputados y senadores demócratas que quieren desmarcarse de la línea de batalla, pensando que ese comportamiento politiquero de sus colegas de partido les pasará la factura en la elección en la que participen para reelegirse en sus cargos.

Trump, por lo demás, debe estar festejando el error estratégico de los demócratas que lo han enjuiciado. Tiene la plataforma para exhibir argumentos contundentes a su favor. Dado que la economía americana está en su mejor momento, puede decir que sus adversarios no le dejan trabajar para seguir mejorando la economía porque a ellos no les interesan los problemas de la gente.

En el Ecuador, los políticos y gobernantes que se han concentrado en ajustar cuentas entre ellos, están alejándose de la gente. Las víctimas de la persecución política y judicial, por su parte, están logrando victimizarse.

Las acciones e iniciativas en el complejo mundo de la política no siempre provocan los resultados esperados. Un ejemplo, lo que ha ocurrido con los demócratas frente a Trump. Decidieron enjuiciarle y consiguieron acusarle. Sin embargo, al final, levantaron su figura y le allanaron el camino para que se reeligiera en noviembre del próximo año. (O)

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