Tiempo para ser docente

El Acuerdo Ministerial Nro. 035-A, oficializa la Estrategia «Tiempo para Ser Docente», con el fin de optimizar el tiempo de los docentes para reducir la sobrecarga laboral y mejorar la calidad educativa. El Ministerio de Educación ha informado, a través del noticiero Televistazo, que “busca reducir el tiempo que los profesores usan para llenar matrices, informes, planificaciones, tabulados y más papeleo que considera innecesario”. Este mismo noticiero, dialogó en directo con profesores, quienes aseveraron que destinan entre el 40 % y 50 % de su tiempo en actividades administrativas y burocráticas y no en dar clases. Muchos desconocen el destino de esos documentos que envían a las autoridades de la institución y a los distritos educativos.
El docente es un empleado público que debe laborar por Ley, 40 horas a la semana. Por normativa, el horario destinado al trabajo didáctico con estudiantes es de seis horas clase al día, con períodos de 45 minutos, quedando un remanente de hora y media, que se destina a la ayuda pedagógica a niños con necesidades educativas especiales y atención a los tutores familiares. Adicional a esto, reglamentariamente, debe permanecer un día con jornada de 8 horas consecutivas. Se considera este día para reuniones administrativas, curriculares, pedagógicas y de necesidades institucionales.
Ante este abuso laboral, el Ministerio de Educación propone la estrategia “Tiempo para ser docente” basada en tres principios: valorizar la labor docente, fomentar la corresponsabilidad entre todos los actores de la comunidad educativa, y garantizar un enfoque de derechos para mejorar las condiciones laborales de los maestros. La propuesta tiene dieciséis actividades que se van a implementar paulatinamente hasta marzo del 2026.
Es un alivio justo a la actividad didáctica y de preparación de clases que implica una dedicación adicional de tiempo, fuera de la institución educativa que, supera con creces, las dos horas destinadas a la planificación y al llenado de informes en unas matrices sin fin; actividades que quitan tiempo y empeño a otras propias del quehacer educativo.
Esta estrategia destaca que el registro del aprovechamiento de los estudiantes va a simplificarse junto con el mejoramiento del sistema informático para cargar las calificaciones, que es un tormento burocrático. Estandarizar y hacer más ejecutiva la planificación curricular anual, es un paso sustancial que evita descripciones detalladas del proceso de clases, que es llover sobre mojado. Además, la administración simplificará con un solo permiso al año, el consentimiento para salidas académicas y uso de imagen de los estudiantes.
Esta propuesta, revisa la injusta sobrecarga laboral que supera las 40 horas semanales, comprobadas por el MINEDUC, luego de aplicar una encuesta a cerca de diez mil docentes. Esta situación caótica del magisterio, en todos sus niveles, aportó a la debacle del sistema educativo en su mala calidad de gestión con la deficiente formación de los estudiantes. La carrera docente dejó de ser atractiva como empleo; y el desgaste emocional laboral impulsó la decisión de experimentados maestros a tramitar la jubilación. “Lo simple es útil, lo complejo es inútil”. (O)