Soy lo que pienso

Columnistas, Opinión

¿Cómo forjan las intenciones nuestra vida? ¿Las intenciones afectan continuamente el mundo guiando de nuestras acciones? El verdadero misterio no es si las intenciones influencian indirectamente el mundo, sino si la mente humana influencia directamente el mundo físico por un acto intencional, sin contacto físico de cualquier clase. 

La intención es un rompecabezas largamente establecido en el estudio del sentido humano. Operacionalmente definida, la intención involucra directamente la mente, con propósito y eficacia hacia un objeto o resultado. La intención representa a ambos, el desafío y la oportunidad para un entendimiento más profundo de cómo deberíamos crear nuestros días. De hecho, lleva nuestro foco hacia algunas de las más interesantes y perplejas preguntas entre las conexiones de la mente, cuerpo y espíritu, llevándonos a explorar la influencia de la conciencia, directa o indirectamente en el bienestar individual y colectivo.

Podemos detectar una intención autodirigida, es decir, cómo nuestras intenciones, particularmente visualizaciones, influencian nuestros cuerpos y mentes. Este campo de investigación incluye la neurociencia y la bioquímica de las emociones. Un ejemplo podría ser la diferencia entre ganar y no ganar, diferencia que está mayormente dentro de nuestra cabeza. Las intenciones y nuestras interacciones con el mundo, o sea, cómo con nuestras intenciones influenciamos a otros a través de la comunicación directa o indirecta, ya que cada persona es una parte de un sistema de influencias mutuas. Esta área explora la posibilidad de que las expectativas de otros pueden influenciar realmente sobre nuestra salud y bienestar. Finalmente, la intención transpersonal, en la cual nuestras intenciones pueden influenciar a otros a través medios no físicos, como, por ejemplo, las plegarias y bendiciones de una madre a su hijo que está lejos.

¿Qué quiere decir que, si los pensamientos que tenemos cuándo empezamos nuestro día, realmente afecta lo qué ocurre sin nosotros tener que hacer algo? ¿Qué si todos los pensamientos, conscientes o no, influencian al mundo? ¿Cómo cambiaría esto nuestras vidas? Mientras las explicaciones teóricas de los efectos de la interacción mente-materia no son aún conclusivas, muchos de nosotros intuitivamente sentimos el poder de la intención. En muchas ocasiones no buscamos las cosas que queremos, sino que las encontramos.

El riesgo involucrado en no reconocer nuestro potencial como cocreadores es que podemos convertirnos en víctimas de las circunstancias de la vida. George Bernard Shaw, comentó: “Las personas siempre culpan a sus circunstancias por lo que son. Yo no creo en circunstancias. Las personas que se triunfan en este mundo son las personas que se levantan y buscan las circunstancias que quieren, y si no pueden encontrarlas, las fabrican”. En oriente se considera que somos lo que pensamos. Todo lo que somos se levanta con nuestros pensamientos. Con nuestros pensamientos, hacemos el mundo. Debemos estar dispuestos a deshacernos de las heridas pasadas que nos atormenta, a fin de tener la vida que deseamos tener y que nos espera. (O)

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