Psíquica sana con oraciones y elementos de la naturaleza

Interculturalidad
Dolores Cecilia Toscano aprendió desde niña la práctica de la medicina ancestral. (Foto El Heraldo)

Con solo tocar o mirar a una persona, Dolores Cecilia Toscano Izurieta, puede sentir la carga energética de una persona. Si la energía es mala su cuerpo entra como una especie de trance. Los vellos de la piel se le erizan,  su rostro blanco se sonroja  y sus ojos  lagrimean. “No puedo estar muy cerca de personas con energías negativas, mi cuerpo lo siente y me volví más sensible cuando llegué a vivir en Baños”, mencionó Dolores Cecilia  que es psíquica sanadora.

Tiene 46 años de edad y desde pequeña empezó a sentir ese apego por la medicina natural. Lo aprendió de su papá que hacía limpias en casa en especial para curar los espantos y el mal aire. Con el pasar del tiempo sus sentidos fueron más sensibles y también comenzó a practicar la medicina ancestral.

LA GUÍA DE UN ESPÍRITU

La sanadora aseguró que ella no limpia sola, tiene la guía de un espíritu ancestral que la protege. Ese espíritu es grande y lo sabe, porque amigos chamanes o quienes tienen la sensibilidad lo han visto. 

Pero no es solo,  dice que el poder de la oración y los elementos  de la naturaleza ayudan a curar  a las personas.  Aseguró que en Baños de Agua su cuerpo se volvió más sensible a captar las energías de las personas y cree porque es una ciudad donde aún hay naturaleza y porque fue sitio muy visitado por los indígenas en la antigüedad.

Aunque muchas personas no crean de su conexión con el aura, sostuvo que siente cuando a alguien le tienen envidia, han hecho entierros o simplemente está sobrecargado de mala vibras. “Existe el bien y el mal y todos somos energías. Solo quien tiene fe y confía en el poder de la oración se sana”, mencionó la quiteña que reside en Tungurahua.

APRENDIÓ DE LOS CHAMANES

La psíquica sanadora expresó que para aprender más sobre los secretos de la selva pidió colaboración de los  chamanes del Oriente e incluso probó la ayahuasca para abrir sus sentidos. Fue el momento cuando sintió al espíritu que la cuidaba y es quien la guía  cómo debe curar, todo de acuerdo a la energía negativa que pueda tener una persona.

La limpieza no solo es del cuerpo, también la siente en los objetos como celulares, carteras e incluso el carro o la casa. La sanadora explicó que tanto el fuego, huevo y las plantas son elementos que absorben las malas energías. Cada vez que limpia a alguna persona, debe también fregarse ella para evitar  enfermarse. (I)

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