El Plan Económico / Editorial
El Plan Económico anunciado ayer por el Presidente Moreno no es un paquetazo de medidas económicas para obtener recursos de los bolsillos de los ecuatorianos. Por el contrario, tiene propuestas para que no se afecte la situación de los ciudadanos y sus familias.
No se crean nuevos impuestos. Se propone recaudar mejor los tributos y modificar algunos beneficios tributarios para quienes tienen ingresos netos superiores a los cien mil dólares.
Lo más interesante es la propuesta de reducir en un mil millones de dólares el gasto público anual de la Función Ejecutiva y eliminar en los próximos años siete empresas públicas.
Adicionalmente, se propone la reducción significativa de los trámites burocráticos.
Se hace un compromiso con el sector privado para que éste sea el motor de la economía. Inclusive, se anuncian alianzas público privadas con inversiones de siete mil millones de dólares que darían ingresos al Estado por un mil novecientos millones de dólares.
En materia de aranceles a las importaciones quedan algunas preocupaciones.
El Plan Económico no es malo. Podría ser insuficiente para bajar el déficit y reactivar la economía. Y, lo más importante, no trae zozobra (o)
