Nacimientos y fe / Editorial

Editorial, Opinión

    La llegada del niño Jesús está próxima y muchas familias, ya palpitan la venida del niño Dios a nuestros hogares y corazones, donde, el simbolismo, con la puesta de nacimientos, comienza a tener un sentido religioso y de fe. 

   El nacimiento, independientemente del diseño, evoca la unidad familiar de un núcleo con valores establecidos bajo lo que dictamina la religión católica, con el concepto de familia: papá, mamá e hijo. 

  La llegada de un nuevo ser a una familia es sinónimo de alegría y crecimiento espiritual, físico y emocional, dado a que el/la integrante ocupará un espacio dentro de ese círculo formado, aprendiendo ideales, al igual como creció el hijo del creador del mundo con fines de enseñanza y respeto. 

   La representación de un nacimiento religioso es justamente el reflejo de cómo se constituyen familias enteras que siguen la palabra de Dios, desde que cada ser nace y se va transformando en un hombre sabio para futuras generaciones.  (O) 

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