Leónidas, el sobador de la avenida 12

Interculturalidad
Llegan de todas las edades por sus servicios. (Foto El Heraldo)

En un pequeño espacio colindante con la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) en la avenida 12 de Noviembre, Leónidas Tenorio recibe a quienes están con dolencias musculares.  Es oriundo de Salcedo.

Gloria Ortega llevó a su niño de cinco años para que le soben  la mano porque le dolía. Se había caído. Los sobadores y fregadores ancestrales son pocos los que quedan en Ambato. Leónidas es uno de ellos. El oficio lo aprendió hace 40 años, su padre también sobaba, pero fue un vecino que hasta le heredó un libro para que aprenda a sanar.

También es panificador. Cuando tenía unos 20 años se lesionó la columna por el exceso de las cargas al transportar la harina o los panes. El vecino le atendió y fue como se interesó por esta rama de la medicina ancestral.

Su tutor era conserje de un plantel educativo a quien conoció como Antonio. Cuando sanó siguió aprendiendo del oficio que lo ejerció con ahínco cuando se le quemó su vivienda y la panadería.

En su consultorio al aire libre tiene dos sillas largas que le sirven de camilla donde coloca a sus clientes. Con su pomada con las hierbas de la selva da los masajes para tratar torceduras en las manos, pies e incluso dolores de la columna.

Atienden de lunes a sábado desde las 09:00 hasta las 17:00 horas y los costos no pasan de 5 dólares. Es oriundo del barrio El Calvario de Salcedo, provincia de Cotopaxi, pero siempre ha vivido en la ciudad de la ‘Tierra de los Tres Juanes’. (I)

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