Legitimidad y legalidad del poder en el Ecuador / Carlos Proaño Rodríguez

Columnistas, Opinión

Comenzaré el presente análisis, puntualizando que, debido a la mala fe, con premeditación y alevosía, el legislador ecuatoriano de la mayoría gobiernista, en la década del correato, generó varias leyes ilegítimas, que pasaron a ser parte del cuerpo legal del Estado. 

Entonces, tenemos algunas leyes, que siendo, tales, carecen de legitimidad democrática, porque se favorece a grupos predeterminados, o a mafias de politiqueros, que inundan el panorama electoral, cada vez que hay elecciones. 

La Asamblea Nacional Constituyente de Montecristi, al mando primero, de Alberto Acosta y luego de Fernando «el corcho» Cordero, bajo la orden, del emperadorzuelo, Rafael Correa, crearon una Constitución, con tremendos desequilibrios, entre garantías, derechos y obligaciones, que hasta terminaron dándole derechos a ciertas aberraciones. 

Entonces tenemos que el emperadorzuelo, dejó caotizadas las estructuras del Estado, durante los diez años de arbitrios en el ejercicio del poder, precisamente porque el sistema, le permitió apropiarse de todos los organismos del Estado, ignorando, la doctrina constitucional de la división de poderes, lo cual es indispensable para la convivencia democrática. 

Concretamente, la ley que está causando un inmenso daño a la democracia ecuatoriana, es precisamente el Código de la Democracia, que permite la indiscriminada proliferación de movimientos y partidos políticos, que pulverizan a las mayorías de los electores y permiten que capten el poder las minorías. 

Tal es el caso del Gobierno Provincial de Tungurahua: TRECE candidatos se pulverizaron entre ellos, el 76% de los votos, o sea de la mayoría de mandantes; y, captó el poder la minoría, representada por el CATORCEAVO candidato, Manuel Caizabanda, quien sube al poder, con menos del 24% de los votos. 

El caso de la Alcaldía de Quito y de otros gobiernos seccionales, es exactamente igual al de Tungurahua. A este paso, la Patria, corre el peligro de caer en manos de una minoría de irresponsables y noveleros, que nos llevarán inexorablemente, al caos total a nivel nacional, porque será un gobierno débil y sin legitimidad democrática. 

Por ello, los ecuatorianos, debemos generar, una cruzada nacional para concienciar que necesitamos para las próximas elecciones presidenciales, un líder con visión de País, que sea capaz de llevar adelante, las reformas indispensables, a fin de, reorganizar las estructuras del Estado, a partir de una reforma constitucional seria, para votar al tacho de la basura de la historia las novelerías de Correa y sus mandaderos, Acosta y Cordero.  (O)

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