La nueva Edad Media y los desplazados / Ing. Patricio Chambers M.

Columnistas, Opinión



Las circunstancias en las que se mueve el mundo actual, nos demuestran que efectivamente estamos precipitándonos hacia una nueva Edad Media. Esto no debería llamarnos demasiado la atención si entendemos que la historia no es lineal sino cíclica, lo cual significa que, así como hay épocas de esplendor las hay de decadencia.

Las edades medias han estado presentes continuamente a lo largo de la historia de la humanidad y no hay cultura o civilización que no haya caído en una de ellas.

De las varias características que puede apreciarse de este tipo de épocas, quizás una de la más dolorosas sea el desplazamiento de millones de personas por razones de conflictos, gobiernos autoritarios, enfermedades etc.

Parte del problema actual, es que esta nueva edad media en la que indudablemente hemos entrado, es que a diferencia de otras en nuestro caso es global pues alcanza prácticamente a todos los rincones del globo.

Según datos de la ONU, a fines de 2018 había 70,8 millones de personas desplazadas en el mundo debido a guerras o persecuciones, cifra que establece un nuevo récord en este ámbito.

El informe anual de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) señala que 2018 fue marcado por el fuerte aumento del desplazamiento interno en Etiopía y por un aumento en las solicitudes de asilo presentadas por los que huyen de la grave crisis política y económica de países como Venezuela.

Por otra parte, el conflicto sirio ha seguido produciendo un gran número de refugiados y desplazados, también la violencia en Nigeria también ha sido una fuente importante de desplazamientos.

El informe señala que el número total de «desarraigados» en el mundo -incluyendo a los refugiados (25,9 millones), los desplazados internos (41,3 millones) y los solicitantes de asilo (3,5 millones)- aumentó en 2,3 millones en comparación con 2017.

En el año pasado, los sirios -más de medio millón- son también los que presentaron la mayor cantidad de solicitudes de asilo el año pasado, la mayoría de ellos en Turquía; luego vienen los venezolanos con 341.800 solicitudes y después otros países más.

Lamentablemente nuevos conflictos surgen día a día y por ello el aumento ha sido constante al menos desde hace 10 años atrás.

Un tema muy preocupante es el hecho de que en 2018 uno de cada dos refugiados era un niño o niña. Muchos de ellos se encontraban solos o sin sus familias.

Cada vez son más las personas refugiadas que viven en ciudades (61%), en lugar de zonas rurales o campamentos de refugiados.

Además, prácticamente cuatro de cada cinco refugiados han permanecido en situación de desplazamiento durante al menos cinco años. Uno de cada cinco ha estado en situación de desplazamiento desde hace al menos 20 años.

En fin, estamos frente a una realidad sumamente grave que en lugar de resolverse, cada año se agrava. De ahí que sea un tema que requiere de soluciones urgentes. (O)

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