Hacia el Bicentenario / Lic. Mario Mora Nieto

Columnistas, Opinión

            “Nuestra dicha es haber alcanzado la libertad, pero nuestra gloria es haber vencido a los españoles”.

-Simón Bolívar-

Cerca de tres siglos de coloniaje soportaron nuestros antepasados, no sin dejar de manifestar con ciertas actitudes sus deseos de emancipación.

            Los movimientos que pueden considerarse como los primeros intentos de independencia fueron: la rebelión de los encomenderos en 1548; la revolución de las Alcabalas en 1591; el levantamiento popular contra el Estanco y la Aduana en 1763; y, en octubre 1794, cuando aparecieron en la ciudad de Quito ciertas inscripciones con significado de anhelos de libertad: “Al amparo de la Cruz sed libres y conseguireis la gloria y la felicidad”, lo cual fue atribuido al Dr. Eugenio de Santa Cruz y Espejo.

            El 10 de Agosto de 1809 la ciudad de Quito fue el crisol donde se fraguó el Primer Grito de Independencia lanzado por un grupo de próceres que pese a sus esfuerzos y a su sacrificio del 2 de Agosto de 1810, no consideraron la libertad definitiva.

            1820 fue un año particularmente prolífero en cuanto a movimientos libertarios, iniciándose en Esmeraldas el 5 de Agosto con la revuelta encabezada por Ramón Tello junto con el Párroco Ramón Estupiñan.

            El 9 de Octubre valerosos patriotas Guayaquileños ejecutaron el levantamiento popular de insubordinación contra el régimen español imperante.

            Estas acciones libertarias fueron seguidas por Cuenca, el 3 de Noviembre; el combate del Camino Real el 9 de Noviembre; Guaranda, el 10 de Noviembre; Machachi el 11 de Noviembre; Latacunga y Riobamba, también el 11 de Noviembre; Ambato, el 12 de Noviembre.

            Por supuesto, al igual que ocurrió el 10 de Agosto de 1809 estos movimientos independentistas no alcanzaron la libertad definitiva; pues, fueron sofocados por las tropas españolas.

            La emancipación total se alcanzó con la Batalla de Pichincha el 24 de Mayo de 1822.

En conmemoración de estas gestas heroicas de 1820, varias ciudades del país se aprestan a celebrar el Bicentenario con eventos que destaquen la grandeza de nuestros héroes.

Ambato no puede ser la excepción.

Ojalá se haya formado una Comisión o un Comité pro Bicentenario de la Independencia que sea el encargado de programar actividades culturales, académicas que resalten tan importante fecha.

Entre otras cosas sería imprescindible rescatar el significado cívico del parque 12 de Noviembre, particularmente del monumento a los héroes que alcanzaron la independencia en 1820. Este monumento debe ser digno de nuestros próceres ya que en la actualidad no es otra cosa que un “monumento al foco”.

Debería colocarse una estatua de la libertad que destaque la trascendencia de la conmemoración.

            Por otra parte, debe iniciarse una campaña para que este parque emblemático para los ambateños sea rescatado de la vergüenza en la que se le ha sumergido. (O)

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