Educación y conciencia / Kléver Silva Zaldumbide

Columnistas, Opinión


MEDICINA INTEGRATIVA ORIENTAL

El contento y el sosiego habita en aquel que, de verdad, tiene la conciencia limpia, es el mejor juez que tiene un hombre de bien, si existe algún conflicto entre el mundo politiquero y el moral, la conciencia es la que debe llevar la razón, es la voz del alma, carente de pasiones, ambiciones y avaricias, mantengámosla viva en nuestro pecho. Todos tenemos las cualidades como la claridad, consciencia, sensibilidad, calidez y amor, pero el problema es que desde que nacemos no tenemos idea de cuan profundas y vastas son. Más bien todo nuestro alrededor desde pequeños, nos reemplazan con avaricia, envidia, resentimiento y maldad.

Los politiqueros no saben que la política sin principios destruye a la raza humana, no tienen compasión porque no saben que no hay progreso sin compasión, desfalcan a los países y mal enseñan al pueblo a depender de ellos y sus dádivas porque no saben que no hay riqueza sin trabajo. Recuerda quien no recurre al conocimiento, quien no estudia, quien no trabaja, quien no se mueve, no siente las cadenas.

A través de la manipulación y en engaño a la gente vulnerable que dice sí compulsivamente a todo, los politiqueros moldean a las masas hacia sus objetivos, pues es más fácil engañarles que convencerlos que han sido engañados, la manipulación es la anestesia para que la gente no piense.

Si, ya es más de un decenio de una peste maligna, de una plaga pustulosa de muchas cabezas, pero originarias de una misma raíz regional aborrecible, antes de este sainete nauseabundo, han existido malos y tristes tiempos con pésimos y hasta infames gobiernos. Pregunto: ¿Han existido antes seres tan execrables dilapidadores y destructores que hayan sembrado tanto odio entre nosotros y tanta delincuencia mafiosa? ¿Quiénes están dejado la más triste y vergonzosa heredad de resentimiento social y frustración popular, mudos e impotentes testigos de tanta corrupción y despilfarro? Seguro que con el transitar de los años pasarán a ser los más funestos tiempos de la historia de buena parte Latinoamérica.

Siempre ha sido lo mismo, sea con giro de timón a la falsa izquierda o a la mal imitada derecha, el ciclo se repite…los unos se despiden del poder despilfarrando y desfalcando desaforadamente y los otros llegan a exprimir al pueblo tratando de enderezar algo y también arramblando vorazmente para sí…el Latinobarómetro nos dice que con nuestra débil democracia (si algún momento la hubo) solo 10 de cada 100 ecuatorianos cree que la corrupción en el Ecuador es el principal problema del país, mientras que el 72% comulgan con una verdadera apología del delito colectiva, la aceptan pero si hacen obra.

La conciencia es el primer paso para nuestra liberación y así dejaremos de ser títeres de los gobiernos de turno, no hay necesidad de pelear. El segundo paso es la educación y en sí el conocimiento que serán suficientes para destruir nuestra tendencia a depender de los oportunistas de turno, desprendiéndonos de nuestro pensamiento tendiente a pedir caridad. Con estos dos pasos se puede pulverizar la filosofía del fracaso, desaparecer el credo a la ignorancia generando progreso y por tanto esfumando la prédica a la envidia. Con educación y conciencia se deja de odiar al honesto progreso individual en función del desarrollo del talento personal, expulsando de la mente las palabras oportunismo, dependencia y conformismo. (O)

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