¿Guerra económica: EE.UU vs. China?

Columnistas, Opinión

Con el análisis de las consecuencias económicas de la Guerra Fría (EE.UU y las URSS), se puede pronosticar un escenario análogo de un conflicto económico entre Estados Unidos y China debido a las tensiones entre estas dos superpotencias. Con este antecedente, los resultados negativos de la Guerra Fría se argumentan con lo manifestado por Foreman Peck en su libro “Relaciones económicas internacionales desde 1950”, donde el autor señala que los países manipulados a través del Plan Marshall, no tuvieron un incremento significativo en su PIB, siendo el único acaparador de los beneficios los EE.UU. No obstante, mediante el Programa de Recuperación Europea, no se logró el objetivo propagandístico que perseguía (reactivar económicamente a los países luego de la II Guerra Mundial) porque no existió una correlación entre la importación de bienes de capital con el porcentaje de inversión realizado en cada país. Es decir, aunque el Plan Marshall invirtió millones de dólares en los países alineados a la doctrina de Truman, éstos no lograron un desarrollo sostenible, con excepción de pocos que eficazmente apostaron a la industrialización. Y los miembros del movimiento de países no alineados (MPNA), estancaron su economía pese a los esfuerzos realizados.

De regreso al 2024 y con esta reflexión, el tiempo ha cambiado a uno de sus protagonistas (ingresa China en la contienda). En este caso, las medidas adoptadas por EE.UU contra el incremento de la economía asiática, confirma lo mencionado en el Asia Times por Adekeye Adebajo en febrero de este año, titulado “Frente a la rivalidad entre Estados Unidos y China, vuelve la no alineación”.… Un proverbio africano señala que “cuando dos elefantes pelean, es la hierba de debajo la que sufre”. Es así que en Latino América se evidencia un nuevo tipo de “colonización económica” en países beneficiarios de créditos de “organismos multilaterales” que financian sus déficits fiscales y programas de desarrollo, a su vez se les ha impuesto acuerdos comerciales con la potencia norteamericana. Por otro lado, el país asiático ha invertido en proyectos emblemáticos de América del Sur, inclusive se sospecha que además de petróleo también tiene preferencia por campañas políticas con la finalidad de manipular las decisiones de los gobernantes.

Existe total certeza en la afirmación de Adekeye Adebajo – es la hierba de debajo la que sufre – ya que la economía de varios países suramericanos depende de las dos potencias (EE.UU y China), donde los protagonistas han optado por un papel más estratégico e inmiscuirse solapados con los nuevos actores de los gobiernos latinos de turno. (O)

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