Estafas y cuentas fraudulentas / Editorial

Editorial

    El delito de estafa, sin duda, es uno de los más comunes a nivel nacional no solo por parte de personas jurídicas, sino por delincuentes cibernéticos que usan el nombre de instituciones públicas y privadas, con fines de extorsión y obligar a que se les haga transferencias bancarias con destinatarios de dudosa procedencia. 

   Una de estas instituciones que ha sido víctima del mal uso de su nombre ha sido el Servicio de Rentas Internas (SRI), donde se ha denunciado que, mediante correos electrónicos a empresas, mencionan presuntas irregularidades en temas de obligaciones tributarias, con mensajes de, incluso, llegar a instancias legales, algo que la institución desmiente por el incremento de esta modalidad de estafa tomándose su nombre.  

   No obstante, ésta como otras instituciones, han comentado que, lastimosamente, la delincuencia en el ámbito digital y cibernético ha proliferado, incluso, ciudadanos con redes sociales, han denunciado hackeos de cuentas en sus perfiles, donde se pide colaboración económica por diversos fines, con tal de sacar dinero a costa de otras personas. 

    Según expertos en comunicación, cuando se presenta este tipo de acciones y mensajes sospechosos en redes sociales y correos electrónicos, se debe alertar y llamar a la persona o institución para determinar si, en realidad, los mensajes, son o no certificados por el remitente. 

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