Ecuador productivo y sus autoridades visionarias

Las palabras tienen poder, sí, el poder suficiente como para declarar con nuestra boca lo que deseamos que ocurra en nuestras vidas y lograr atraerlo. Aunque a veces suceden cosas que no comprendemos, seguro eso pasa porque lo que deseábamos no era lo que nos resultaba útil en nuestra evolución personal. Sin embargo, si dijéramos en colectivo que nuestro país cada vez es más productivo y desarrollado, seguro estaríamos mucho mejor. Pero en lugar de decir cosas buenas y entender que es necesario ser positivos, usualmente declaramos que en Ecuador todo está mal: que el nivel de vida es pésimo, que la gente es mal llevada, que todo está caro y es de mala calidad, que la mediocridad prima junto a la viveza criolla y que no sabemos a dónde vamos a parar si seguimos como estamos. ¿Verdad?
Ya llevamos más de diez días de paro nacional —en algunas provincias más complicado que en otras—, pero las pérdidas económicas en general ascienden hasta ahora a alrededor de 70 millones de dólares, 6 millones diarios. Los sectores florícola, lechero, turístico y productivo en general son los más golpeados, y lo peor de todo es que las medidas siguen exactamente igual que antes. Nada para el gobierno ha cambiado, pero para el pueblo ya hubo un fallecido lamentablemente, diecisiete detenidos y doce heridos hasta ahora.
La Conaie y sus líderes (muchos de ellos de ponchos dorados) siguen movilizando a la gente, compañeros indígenas que muchas veces no tienen clara la razón por la cual salen a las calles; sin embargo, salen para evitar consecuencias comunitarias.
El pueblo dividido, gente desempleada, miedo social general, incertidumbre permanente, especulación en los precios, paralización del comercio, pérdidas económicas serias, subida del riesgo país… No tenemos qué ofertar a las inversiones extranjeras debido a la inseguridad nacional casi frecuente y retroceso en todas las áreas. Así es el reflejo de nuestro país a nivel internacional ahora mismo.
Frente a esto, seguro tenemos autoridades visionarias. ¿Autoridades visionarias? Qué buena pregunta. ¿Qué puede decir el pueblo en relación con esto?
¿Nuestras autoridades reflejan las verdaderas necesidades del pueblo sin distinción, para que a través de la creación o consolidación de políticas públicas necesarias esas necesidades puedan ser eliminadas o por lo menos reducidas?
¿Nuestras autoridades entienden qué procesos deben identificarse tanto a nivel nacional como internacional para impulsar el desarrollo real en cada territorio?
En Ambato, tierra altamente productiva, llena de gente talentosa pero muchas veces poco organizada, ciertas autoridades piensan desde una visión futurista que realmente consolida un posible desarrollo sostenible: ese desarrollo que logra cubrir las necesidades de las generaciones presentes, pero sin afectar las necesidades que van a tener las generaciones futuras, tal como nos lo recordaba Gro Harlem Brundtland.
Efectivamente, una de esas autoridades que representa de la mejor y más diplomática manera a su pueblo es el concejal ambateño Gonzalo Callejas, ya que con su impactante visión de empresario exitoso pretende impulsar la apertura de una puerta con el Distrito Financiero de Pudong, en Shanghái, China, logrando establecer relaciones comerciales con este país que hace 20 años era considerado ya una potencia emergente, pero que ahora es uno de los más fuertes países económica y productivamente a nivel mundial.
Si tuviésemos más autoridades que, desde una visión de futuro, tengan un plan para mejorar las condiciones de vida de sus poblaciones, estoy segura de que otras alternativas de desarrollo podrían impulsarse en nuestros territorios de manera más permanente y eficaz. (O)