Economía social y emprendimiento

Columnistas, Opinión

Nuestra línea propositiva en la lectura social y cultural, como ustedes lo saben lectores leales de este espacio de opinión esta basada en los cambios que nuestras generaciones han sido testigos, desde el fin de la Modernidad y su racionalismo con lo sucedido en el mundo en 1989 y 1991, el aparecimiento de la Posmodernidad y la sensibilidad hasta los años 2019 – 2021, desde entonces una fase de crisis de la posmodernidad en nuestros días.

El Ecuador un tanto detrás de los cambios en el mundo y por momentos a la vanguardia de estos en la región. La fase del diálogo cultural con que el país entró al siglo XXI, para luego detenerse por el estatismo que se impuso hasta 2017, abriéndose campo el emprendimiento familiar en paralelo con economías existentes.

Y es que antes se debatía entre “el sistema económico” máximo entre dos sistemas económicos, en la actualidad se habla de varias economías y su perfeccionamiento, entonces ¿qué relación tiene el emprendimiento con la economía social?

Hay varias características que se vuelven lugares comunes sin embargo a la luz de la práctica y el proceso cultural de la humanidad, básicamente son dos elementos que diferencian y marcaran la innovación en el futuro mediato de las prácticas económicas, la planificación por un lado y por otro la comunidad alrededor de la unidad económica.

Estos elementos que exigen creatividad e invocación constante desde un punto de servicio o producto hasta una organización mas compleja será la protagonista de la economía y la sociedad. Lejos esta entonces la dependencia pública, es ahí en donde se cumple esa máxima de los clásicos de la dialéctica “la realidad objetiva determina la realidad subjetiva”, el choque de visiones e interés que marcha hacia los retos del mundo del futuro frente a la barroca idea prácticas deslegitimadas de la fuerza.

Las identidades están marcadas entonces por su realidad objetiva en la sociedad y el mundo, su identificación y definición debe encontrarse, llegar a un nuevo pacto social, planificar una matriz en cuanto a la producción, la relación de la sociedad con su naturaleza y juntos lograr las metas trazadas en las siguientes décadas.

Es fundamental aceptar el cambio constante, las diferencias y la unidad en la diferencia si queremos mirar de frente al futuro, por lo que es indispensable caminar la ruta distinta de la fuerza, la violencia y la dependencia, por un sendero de creatividad, organización y abordaje de la dificultad en un nuevo marco de relaciones y pacto social. (O)

fapava17@gmail.com

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