Cuando los hijos se van… / Dr.Mg. Patricio Arellano Abedrabbo

Columnistas, Opinión

Lunes con Salud/Hacia la Salud por la Naturaleza

Venimos a este mundo con un plan, un propósito que Dios lo tuvo desde siempre… Nuestro nacimiento no fue fortuito o por accidente…Dentro del plan y propósito, el formar una familia y como herencia nuestros hijos…Los años pasan y también nosotros, nuestros hijos crecen, los instruimos, los amamos con todo nuestro corazón porque son el fruto de nuestro amor y el encargo precioso que Dios nos deje para criarlos y guiarlos por el sendero del bien, con amor y disciplina…Pero, el orden de la vida, inexorablemente fija la hora en que abandonarán el hogar que lo construimos juntos con tanto amor!…Qué difícil, quedamos huérfanos de nuestros hijos!…La vida nos enseña que: “Hay que aceptarlos con esa condición. Hay que criarlos con esa idea. Hay que asumir esa triste realidad. Saber que no es que se van, es que la vida se los lleva!

Ya no somos su centro, sólo somos consejeros. Ya no dirigimos, sólo aceptamos, acompañamos…Necesitan superarse, necesitan otro amor, otro nido, otras perspectivas. Ya les crecieron alas y quieren volar; ya les crecieron raíces y maduraron por dentro. Ya pasaron las borrascas de la adolescencia y tomaron el timón de la madurez: ya miraron de frente la vida y sintieron la llamada para vivir por su cuenta…Ya saben que son capaces de las mayores aventuras, ya buscarán un amor que les respete y quiera compartir sin temores y angustias, los altos y bajos en el camino de la vida, en el fin que quieren conseguir, y si esa primera experiencia fue equivocada, fortalecerán su carácter y su espíritu, y así aprenderán a salir adelante contra viento y marea!!…Recordemos eso sí, que nuestra huella de bien queda en su interior a donde quiera que vayan! Para eso, hagamos la vida de nuestros hijos tan feliz que cuando partan, piensen en regresar, aunque sea sólo para tomar nuestras manos y estar junto a nosotros siquiera por unos momentos!!…Y CUANDO  LOS HIJOS no estén con nosotros, y en nuestra mesa estén los platos servidos, en cuanto llegue uno, tan sólo uno, entonces nuestra familia habrá llegado!!

Tarde o temprano se marcharán, siendo el viaje de ida largo, livianos de equipaje viajarán y solamente llevarán los VALORES Y EL AMOR que les dimos mientras fueron nuestros. Solo hasta entonces la vida misma nos dirá, si nuestro legado y enseñanza fue bueno…Sólo recordemos que tarde o temprano se marcharán! También recordemos que venimos solos a este mundo y así también quedaremos!!…Sólo queda en nuestra mente, las malas noches que nos dieron, cambio de pañales, los berrinches por no comprarles un helado, el tirar la puerta cuando les prohibíamos algo, el desorden en el que tenían sus cuartos, el renegar a los mandados, el ensuciar el piso con los zapatos enlodados, el responder con gritos alguna orden, el sacar malas calificaciones, el no comer la comida, el sacarnos de “quicio”…Pero también muchas, muchas cosas buenas! Por sobre todo fueron nuestros y aunque en otro nido, siguen siéndolo! Qué triste que no están en nuestro nido, pero la vida les llama y nuestro egoísmos quedó enterrado…Sabemos que como papás hemos cometido errores, que estamos lejos de ser perfectos, pero, siempre tratamos de hacer lo mejor que pudimos para ellos con mucho amor!…”El día en que nacieron les miramos a los ojos y todos nuestros sueños se hicieron realidad. Les amamos por siempre y para siempre!”…”Hoy estamos recogiendo los frutos de los árboles que sembramos con amor!!”…Quedamos eso sí, con la satisfacción de que su amor persiste en nuestros nietos y comenzamos a ser nuevos papás después de que somos abuelitos!…CUANDO LOS HIJOS SE VAN…(O)

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