Aroma milenario que une cultura y sabor

Su olor dulce y penetrante es capaz de llenar una habitación con solo una pizca. La canela, una de las especias más antiguas del mundo, ha acompañado a la humanidad desde tiempos bíblicos hasta las cocinas modernas, pasando por rituales, medicinas naturales y secretos culinarios.
Originaria de Sri Lanka y del sur de la India, la canela se extrae de la corteza interna del árbol Cinnamomum verum. Tras pelarse cuidadosamente, las tiras de corteza se enrollan formando las conocidas “ramas” o se muelen hasta convertirse en el polvo aromático que todos conocemos.
Históricamente, la canela fue considerada más valiosa que el oro. En la Edad Media, los comerciantes árabes la trajeron a Europa a través de largas rutas marítimas, donde se usaba como símbolo de estatus, en perfumes y hasta como ofrenda a los dioses.
Este producto se lo encuentra en las abacerías, que es traído desde el Oriente o La Costa, cuyo precio es accesible, ya que se puede comprar desde dos dólares.
Aunque la mayoría de las personas asocia la canela con postres, infusiones y bebidas calientes, su versatilidad va mucho más allá.
En la gastronomía ecuatoriana, por ejemplo, es un ingrediente indispensable del canelazo, bebida tradicional de las fiestas populares, y se usa también en el arroz con leche, los buñuelos y en la colada morada.
En esta última, su utilización es indispensable, ya que con el resto de productos forman una mezcla de sabores que fácilmente distingue a la colada morada, bebida que se elabora a inicios de noviembre.
“Vendemos el producto por libras y existen ocasiones en que su valor sí supera los cinco dólares. Tiene múltiples usos por su exquisito aroma”, dijo Mariela Beltrán, comerciante.
Aseguró que en esta temporada su valor se incrementa, ya que en el país se brinda la colada morada, donde el uso de la canela es indispensable. (I)
