El mundo al revés (3)

Sí, son tantas y tan escandalosamente contrarias a la razón las cosas que ocurren a diario que he debido destinar una más, esta tercera columna, a explicar por qué el mundo está al revés. Sin embargo, en esta ocasión me enfocaré en una sola, un solo hecho que, sin restar importancia a los ya mencionados semanas atrás -y muchos otros no incluidos-, el de hoy realmente nos deja sin palabras.
Sin más preámbulo, me refiero a la pretensión formal de legalizar la pedofilia (Atracción erótica o sexual que una persona adulta tiene hacia niños; definición de la RAE), acción que llevan a cabo en el mundo, para variar, grupos de izquierda, políticos progresistas y terroristas islámicos.
Todo lo que hasta hace poco era completamente impensable, tal como gobiernos vinculados a la delincuencia organizada; niños de apenas tres, cuatro años, hijos de terroristas musulmanes, grabados con sendos cuchillos degollando cabezas de peluches asumiendo que son herejes; gente obnubilada vitoreando a delincuentes y narco-políticos, y más, son pan de todos los días, y para colmo, ahora nos toca escuchar discursos en los que justamente esos políticos enfermos y desquiciados de la izquierda retrógrada exigen el derecho de los niños a tener sexo con quienes ellos quieran.
En noviembre del 2022, la entonces ministra de igualdad del gobierno de España y actual diputada del partido político Podemos -de izquierda-, Irene Montero, así lo expuso, suelta de huesos, en una rueda de prensa. Transcribo textualmente sus palabras: “…porque independientemente de cuál sea su familia, los niños, las niñas, les niñes tienen derecho a saber que sus cuerpos son válidos, que tratar bien está bien y tratar mal está mal, que pueden amar a quien quieran y tener sexo con quien quieran, que tienen el derecho al aborto, es decir, es un derecho de ellos, de ellas y sin embargo han desplegado una campaña muy fuerte que tiene como eje, eeeee, bueno acusarnos de pederastas.”
Por otro lado, se ha denunciado que el actual gobierno mexicano y su presidente socialista Claudia Sheinbaum, aparte de adoctrinar ideológicamente a niños a través de los textos escolares, en ellos también se los induce a que decidan su género, sexo y por si fuera poco, a que decidan libremente tener sexo consentido; en una parte se lee: “Ninguna persona puede tocar tu cuerpo sin tu permiso” ¿Sin tu permiso? ¿Es en serio? No se hace la afirmación categórica de que un adulto no debería tocar el cuerpo de un niño bajo ninguna circunstancia, punto, sino que sugiere solapadamente que si el niño le da permiso, está bien.
Todo esto no es nuevo, es más, últimamente han proliferado todo tipo de manifestaciones en este sentido alrededor del mundo, y lo que es peor, sin una respuesta firme, radical, contundente y enérgica de parte de autoridades y organismos que más allá de acallar definitivamente esas voces, las han promovido.
El mundo está al revés. Dígame si no.
