Acciones ministeriales

Gran expectativa ha creado las primeras acciones administrativas de la nueva Ministra de Educación. Según información, la funcionaria, habría solicitado la renuncia a todos los funcionarios directivos de las zonales y distritales de educación del país. Tras de esta disposición, hay un mensaje claro: no se tiene confianza en los funcionarios que estuvieron en funciones y se requiere un cambio urgente para enrumbar el proyecto educativo nacional.
Por su trayectoria, la ministra conoce muy de cerca, la problemática contenida en el sistema escolar como son: la baja calidad educativa, evidenciada en bajos niveles de comprensión lectora, deficiente responsabilidad estudiantil, déficit de infraestructura educativa, revisión de la ejecución del presupuesto ministerial, planes y proyectos en vigencia.
Es necesario el seguimiento al decreto 070, del 4 de agosto pasado, mediante el cual se disponía ejecutar la reestructuración del ministerio de educación con la eliminación de las zonales y distritales educativas; para establecer las direcciones provinciales de educación. Están transcurriendo los 180 días de plazo hasta marzo-2026; contempladas en la segunda disposición del mencionado decreto.
En el nivel operativo, en el que se ejecutan todas las disposiciones ministeriales, es donde más críticas existen y las falencias se notan a millares surgir. No hay la estabilidad institucional y administrativa que requiere un proceso educativo, cuando se designan a las autoridades institucionales a dedo y con un tiempo mínimo en funciones. Otra cosa es convocar a concursos; campo que avalaría el accionar autónomo, profesional y decisivo en al menos 4 años en funciones ininterrumpidas. Esto debería estar acompañado a la ejecución de un presupuesto institucional, porque las obras, tareas, arreglos u otros que se realizan en aulas, baterías sanitarias, espacios deportivos, grifería, internet, servicios básicos, necesitan de una partida presupuestaria bajo directa responsabilidad del Rector o Director institucional.
Otro aspecto controversial que se debe controlar es el acuerdo ministerial “tiempo para ser docente” que reduce el tiempo que los profesores destinan a realizar tareas administrativas que no les corresponde y que les impide alinearse al logro de aprendizajes de los estudiantes. La sobrecarga administrativa no permite planificar adecuadamente las clases, compartir y mejorar prácticas pedagógicas que ayuden a su aporte institucional.
Fortalecer las inserciones curriculares, debe ser punto de interés de la nueva funcionaria educativa para que el documento no se quede en elaboración, presentación y quien sabe para cuándo. Este es el primer eje de la Estrategia Nacional para el Fortalecimiento y la Renovación Curricular y que complementan el currículo priorizado con énfasis en competencias de base (destrezas con criterio de desempeño) que se añaden al currículo.
Dentro de estas inserciones curriculares, se encuentra la de Formación Cívica, Ética e Integridad, Por su importancia, transcribo lo escrito por la ex ministra: La Cívica, Ética e Integridad llegan y se integran a nuestros currículos como una medicina, como una vitamina para este momento de “debilidad”, como el puente hacia la corresponsabilidad de toda la comunidad educativa -estudiantes, docentes, autoridades educativas y familias con un nuevo Ecuador. La tarea educativa es ardua pero no imposible. (O)
