Homenaje y honor a los difuntos 

Interculturalidad

La celebración tradicional y ancestral del Día de los Difuntos, se mantiene en nuestro país, sobre todo en las comunidades indígenas con rituales gastronómicos y religiosos en recordación de quienes partieron del mundo terrenal. 

Durante el 2 de noviembre, la tradición gastronómica se basa en la colada morada y guaguas de pan. Esta celebración se remonta a la cultura Quitu-Cara con la ‘Fiesta de las Lluvias’, celebración que se lo hacía con la colada morada elaborada a base de sangre de camélidos como una ofrenda para los seres queridos en su viaje a la eternidad. 

El dirigente Pedro Aucatoma indicó que en las comunidades indígenas el consumo de estos productos es como una ofrenda y se lo realiza en el propio cementerio junto a la tumba de los difuntos, que es parte del rito de reencuentro con los antepasados, posterior a la misa religiosa que se realizan en los campos santos.    

Para la elaboración de la colada morada utilizan la harina de maíz negro, que le da la consistencia espesa, acompañada de pocas frutas como el mortiño (arándano silvestre del páramo andino), hierbas aromáticas y cortezas como la canela y otras especias dulces; contraria a la que se prepara en la ciudad con una variedad de frutas.  

Esta bebida ancestral va acompañada con las ‘tantawawas’, panes grandes de trigo, moldeados y adornados con forma de niño pequeño o bebé. La colada y las ‘tantawawas’ son elaboradas a leña que le dan un sabor especial, dijo. 

En nuestra ciudad, en el sector de Atocha, no solo en esta fecha, sino durante todo el año las comerciantes de la Asociación 2 de Noviembre, expenden la colada morada con empanadas de viento rellenas de queso, carne y pollo, en esta fecha lo hacen con guaguas de pan, tradición vigente. (I) 

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