Ambato y Tungurahua necesitan hoja de ruta

El colectivo Plan Ciudad comenzó a trazar el camino para construir la hoja de ruta que será entregado en mayo del 2026 a las autoridades. Varias reuniones bajo diferentes temáticas se han concretado con la participación de actores de varios sectores de la población.
A decir de Francisco Real Pérez, Plan Ciudad quiere generar la mesa permanente de planificación con actores de territorio y “todos los ciudadanos, frente empresarial, sector productivo, autoridades, academia y todos los segmentos que integran la sociedad”. El ejercicio es cívico no partidista.
Considera que es “hora de hacer nuevo pacto social que nos lleve a un Norte seguro y esa hoja de ruta debe indicar a las autoridades a dónde queremos llegar”.
Los integrantes del colectivo Plan Ciudad han profundizado en las reuniones y talleres varias preguntas: ¿Qué es Ambato para usted?, ¿Qué significa ser ambateño?, ¿Cómo le ve a Ambato y Tungurahua hoy?, ¿Cómo le sueña a Ambato y Tungurahua en el 2031?, ¿Cuáles son los tres problemas más urgentes de la ciudad y provincia?
Tomando en cuenta estas inquietudes surgieron las reflexiones. El ex prefecto de Tungurahua, Fernando Naranjo compartió sus meditaciones que se concentraron en la necesidad de profundizar la participación ciudadana y citó la experiencia que rompió esquemas durante su administración con la implementación del Nuevo Modelo de Gestión que facilitó la creación de los parlamentos Agua, Gente y Trabajo. De igual manera, habló en la necesidad de evitar diferencias entre mestizos e indígenas, porque debemos pensar en uno solo como colectividad.
A decir de Ruth Bolaños, exdirectora ejecutiva de la Corporación de Desarrollo de Ambato y Tungurahua (CorpoAmbato) e integrante de la Fundación Ninari, “Ambato es ciudad que ofrece calidad de vida. Es ciudad que tiene magia especial y atrae a actores, es resiliente, es lugar seguro. Hay que recoger estas bondades y fundamentar el desarrollo de la ciudad”.
Y sus, reflexiones siguen “el ambateño tiene genotipo especial. Yo no he visto gente como ustedes, soy consultora y he estado casi en todos los países de Latinoamérica y no he visto nada igual como los ambateños. El ambateño quiebra y al día siguiente pide mil dólares a la suegra para volver a empezar. Entonces es algo que se debe rescatar y sumar desde ahí”.
El concejal Gonzalo Callejas exteriorizó las felicitaciones a los organizadores, “ojalá podamos potencializar estas reuniones que nos permita compartir y debatir sobre una mesa”. Y, siguiendo con el esquema de la reunión surgieron las expresiones sobre ser ambateño “es honor, porque cuando alguien comete algún error surge algo como el destierro moral; como ambateños, el honor es una de las principales cosas que hemos heredado y lo deberíamos mantener”.
Los delegados de cada una de las mesas de trabajo expusieron sus reflexiones y al finalizar el taller los actores firmaron el Acuerdo Ético-Político por Ambato y Tungurahua que se fundamenta en el reconocimiento mutuo y respeto democrático; rechazo a la politiquería, corrupción y campaña sucia; elevación del nivel del discurso político; y, disposición a volver a la mesa de diálogo periódicamente. (I)