Bajos precios afectan a la mora

En el Mercado Mayorista de Ambato, los productores de mora madrugan cada semana con la esperanza de obtener ingresos que sustenten a sus familias.
Sin embargo, los precios actuales no cubren los costos de producción, lo que genera preocupación entre los agricultores de Tungurahua.
Luis Sánchez, productor de Tisaleo, comenta que asiste al mercado una vez por semana. Su rutina consiste en cosechar, empacar y transportar los baldes de mora hasta Ambato para ofrecerlos a los comerciantes. A pesar del esfuerzo, asegura que las ventas no reflejan la dedicación invertida.
Actualmente, el valor por cada balde de mora oscila entre 4,50 y 5 dólares, precios que, según los agricultores, son demasiado bajos. “Con estos precios no salen las cuentas, apenas trabajamos para sacar algo, pero no hay utilidades buenas”, lamenta Sánchez.
Los productores coinciden en que la situación no es sostenible. La inversión en fertilizantes, transporte y mano de obra supera el precio de venta, lo que los obliga a continuar únicamente por mantener la producción activa y no perder su espacio en los mercados.
En Tisaleo, de donde provienen gran parte de los cultivos de mora, la feria se desarrolla los martes y jueves. Sin embargo, muchos agricultores prefieren trasladarse a Ambato para garantizar que su producto sea comercializado en mayor volumen.
El problema de los precios bajos no es nuevo. Los productores sostienen que cada temporada enfrentan las mismas dificultades sin que existan políticas claras de apoyo o mecanismos que regulen los precios mínimos de compra. Esto afecta directamente a las familias campesinas.
A pesar de las complicaciones, los agricultores continúan madrugando con fe y esfuerzo. La mora, uno de los productos más representativos de Tungurahua, se mantiene en las mesas de los ambateños gracias al trabajo silencioso de quienes día a día sostienen este cultivo.
Los comerciantes, por su parte, reconocen que la abundancia del producto en estas semanas es una de las razones por las que los precios disminuyen. Sin embargo, advierten que sin un equilibrio justo, el abandono de las tierras productivas podría ser una consecuencia a mediano plazo. (I)