Favoritismo de padres a hijos / Aracely Silva Cadmen
En muchas ocasiones como padres podemos causar daño a nuestros hijos de forma involuntaria y sin intención al demostrar predilección por alguno de ellos; no obstante, esta conducta puede causar rivalidad entre hermanos, deteriorar la autoestima del menos favorecido y afectar la armonía familiar.
Para los padres aceptar y confesar que prefieren a uno de sus hijos más que a otro es difícil y muchos negarían hasta la muerte. El comportamiento o tipo de preferencia de uno o de los dos padres cuando es muy evidente, puede impactar de manera negativa en el hijo preferido, al crear un sentimiento de egoísmo, prepotencia y superioridad con relación a sus hermanos.
Como padres debemos evitar referentes inadecuados como: exigir a un hijo que sea tan exitoso académicamente como lo es su hermano, hacer comparaciones tomando en cuenta las fortalezas o debilidades del otro, mantener frases es el mayor, o por ser el menor.
Estamos en la obligación de conocer a nuestros hijos, ellos tienen necesidades diferentes, por lo que no se puede tratar a todos por igual, uno necesitará más comprensión, más besos y caricias que otro, o requerir más dedicación o más flexibilidad.
El compromiso como padres es hacer que nuestros hijos se sientan amados, valorados y demostrarles lo importante que son dentro del círculo familiar; afiancemos lo que él aporta, sus cualidades y capacidades con el objetivo de fomentar su autoestima; exigir a todos por igual en relación a labores en la casa considerando la edad y nivel de dificultad; los regalos y privilegios deben ser equitativos; dedicarles tiempo exclusivo para que ellos no olviden lo valioso que es compartir en familia; separar un momento a solas con cada uno, permite conocerlos en su intimidad, además fortalece el vínculo y la comunicación.
Lo más importante como padres es fomentar lazos de amor entre hermanos y no la rivalidad; este lazo cultivado desde la infancia, será un tesoro en la adultez. (O)