No injerencia Política en Justicia / Editorial

Durante la década desperdiciada se cumplió, a cabalidad, el anuncio que formuló el entonces Presidente de la República, en el sentido de que meterá sus manos en la Justicia, a fin de controlarla a su antojo y en conformidad con los postulados de la revolución ciudadana sostenida en el socialismo del siglo 21.

Al igual que ex presidente concentró bajo su directo control todas las Funciones del Estado, a través de maniobras ilegales y arbitrarias, lo hizo con la Administración de Justicia. Para alcanzar y mantener esta modalidad de gobernar, montó todo un andamiaje estructural con gente de confianza y sumisa, que se encargó de ejecutar sus designios.

Mas, como todo es perecedero en esta vida -aunque creyeron que el nuevo régimen duraría trescientos años- se derrumbó antes de tiempo y llegó el esclarecimiento de la verdad de atropellos, abusos, atracos, sobreprecios, coimas y muchas otras acciones delincuenciales.

Las denuncias comenzaron a aparecer sin los temores de antes, tanto que la Fiscalía no da abasto a tanta investigación. El Consejo Nacional de la Judicatura y sus delegaciones provinciales son denunciados, a tal punto que el Consejo de Participación Temporal canceló a sus integrantes.

Se abre una nueva etapa en la Función Judicial. El Consejo de la Judicatura interino aspiramos que siente las bases sólidas para transformar a esta Función pública; que los nombramientos sean por méritos, no por palanqueos o por tarifas. Todas sus actuaciones deben ser diáfanas, honestas y transparentes como esperamos los ecuatorianos. (O)