Vargas resistió al frío comiendo ají

Policiales, Seguridad

Víctor Vargas se volvió a abrazar con sus seres queridos. (Foto Cortesía MAE)

Víctor Vargas de 51 años de edad ya está nuevamente en su casa en el sector de Montalvo. Lo vivido durante los tres  días que estuvo extraviado en el páramo de la Reserva Natural Los Llanganates es parte de su historia de vida. Para él esta es su segunda oportunidad.

Con voz pausada y entrecortada, recordó que junto a dos familiares y dos amigos fueron a pescar el sábado 11. No era la primera ocasión que lo hacía en el Pisayambo en Píllaro.

El retorno lo emprendieron antes del mediodía, pero durante el trayecto tuvo un fuerte calambre en el pie que le imposibilitó seguir la caminata y se quedó a descansar.  El error  fue no comunicar al grupo su dolencia. Minutos después que quiso emprender el recorrido perdió  la dirección e incluso hasta resbaló en una laguna y se quedó enterrado hasta la cintura.

En ese momento empezó su tortura tanto emocional como corporal. Llevaba ropa poco abrigada y durante dos noches resistió al frío y la fuerte lluvia.  Mencionó que llevaba un poco de chochos, un atún y un frasco con ají los que tuvo que racionar y comerse de a poco. El ají le dio energía y calor para evitar la hipotermia. El líquido vital lo tomaba de los fangos que había en la zona donde estaba.

Al tercer día logró construir una covacha con el sigse y pajas que encontró en el páramo y así se protegió un poco. Mencionó que los dos primeros días caminó hasta ocho horas diarias en busca de una salida, pero el páramo siempre lo desubicaba y estuvo en los límites del Oriente. Se percató al ver pasar un venado  y ahí nuevamente retornó con dirección a la Sierra.

Para el rescate se unieron personal especialista  en montaña del GOE, Bomberos, MAE, SGR, Dinased, Aeropolicial, guías y habitantes de San José de Poaló. Incluso los familiares movidos por la desesperación consultaron con un vidente y les habría dicho el sitio donde encontrarlo.

“Dios me ayudó. También me resultó provechoso ver programas de sobrevivencias  en Discovery”, contó Vargas. Agregó que está muy agradecido con todos quienes colaboraron en su búsqueda. Sostuvo que mientras estaba en el páramo no perdió las esperanzas, pero también hizo dos promesas a Dios si volvía a su hogar, una de ellas no volver a pescar en el páramo. (I)

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