Valor debajo del mar / Luis Fernando Torres

Columnistas, Opinión

Del valor nace el respeto. De la valentía se deriva la admiración. Los buzos de guerra italianos se ganaron el respeto y la admiración de sus enemigos, los militares ingleses, porque fueron capaces de destruir buques británicos, armados de valor y valentía, en 1942, en plena segunda guerra mundial, según lo que relata Arturo Pérez Reverte en su última novela “El Italiano”.

Tal fue la consideración del comandante inglés del averiado buque Nairobi que, al mirar a los ojos de los prisioneros italianos, en una celda de Gibraltar, les dijo que, una vez terminada la guerra, hará lo que no podía hacer ese momento, estrecharles la mano, tanto por el valor demostrado al atacar su barco como por haber ahorrado las vidas de sus hombres, gracias a la oportuna advertencia, de los mismos prisioneros, que estaba por detonar un explosivo colocado en la embarcación.

Los buzos italianos, no más de seis, encargados de colocar explosivos en buques británicos fondeados en Gibraltar, pertenecían al grupo militar Orsa Maggiore, que operaba desde Algeciras. Se desplazaban, por la noche, por las oscuras aguas marinas, sorteando descargas y balas británicas. Al borde de la asfixia, colocaban explosivos, salían a la superficie y se retiraban a nado a una orilla lejana del puerto inglés. Pocos buzos en el mundo eran capaces de hacerlo. 

Al servicio del eje alemán-italiano, los buzos pusieron en graves aprietos a las fuerzas navales aliadas en Gibraltar. A pesar de lo furiosos que estaban los británicos por tanto daño a sus embarcaciones, no abandonaron el principio de la decencia a la hora de interrogar a los buzos italianos apresados. Los interrogaron sin violencia e, inclusive, tuvieron la entereza para reconocerles personalmente su valor y valentía.

Esos gestos son, actualmente, excepcionales en el comportamiento humano. La decencia y la caballerosidad han ido a parar en los cementerios, a tal punto que patear en el piso al caído se ha convertido en práctica común de la gente sin principios.      

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