Transporte y sectores vulnerables / Editorial

Editorial, Opinión

      El transporte público en Ambato, sin duda, tiene gran demanda de pasajeros. Tanto buses como taxis, diariamente, son usados para dirigirse a diferentes sectores de la urbe, así como a otros cantones y parroquias, sea por cuestiones laborales o de vivienda.

     Lastimosamente, estos vehículos, todavía, carecen de un adecuado sistema de transportación, en términos de inclusividad para personas con discapacidad, dificultando la subida y bajada de los automotores, al no tener rampas u otros implementos de ayuda para este sector vulnerable, incluyendo paradas para desembarcar, acorde a la necesidad.   

   En ciudades desarrolladas de primer mundo, el uso de rampas eléctricas, sobre todo, en buses, son exigidas por ley, dando prioridad a personas con discapacidad, en su mayoría, las que usan sillas de ruedas. Por ende, la fabricación de este medio de transporte, acoge y respalda la fácil y libre movilización de estos ciudadanos hacia otros destinos, usando este servicio para la comodidad colectiva.

   Según análisis del Servicio de Inserción Laboral para Personas con Discapacidad (SIL), la limitación y barreras existentes en el transporte público, ha generado malestar en este sector, donde se condiciona la accesibilidad; incluso, el costo de movilización aumenta por optar otros medios de transporte, al tener una discapacidad existente.  (O)

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