TODO EL PAIS PIERDE / Ec. Diego Proaño Córdova
Con la pugna de poderes entre las funciones del Estado ecuatoriano, todos perdemos. Si se piensa que esta serie de acusaciones ejecutivo legislativo, medirá quien tiene más poder, mayor popularidad o quien dice la verdad, estamos equivocados, en honor a la verdad por estos conflictos, estos bloqueos, los inversionistas desde el más pequeño, hasta el potentado extranjero, piensan muchas veces para seguir con su proyecto de negocios o productivo en Ecuador. El autónomo que está gestionando un crédito se pone nervioso y cree que no es el momento para endeudarse y generar riqueza, el empresario (pequeño, mediano o grande) que estaba con su proyecto listo para arrancar, también duda mucho en hacerlo en estas circunstancias, coartando así la posibilidad de generar más fuentes de empleo.
Si a nivel nacional se siente la afectación del bloqueo, a nivel externo es más frágil, porque las grandes inversiones solo vendrán una vez que tengan todas las certezas posibles y el escenario adecuado para traer sus recursos e invertir en Ecuador. Si la coyuntura sigue tal como hasta ahora, es muy difícil se pueda generar un entorno ideal para atraer la inversión, producción y empleo, para el presidente de la Republica se le vuelve cuesta arriba cumplir sus promesas de campaña, como crear 250.000 fuentes de empleo adecuado anuales, peor traer en sus 4 años de mandato 30.000 millones de dólares de inversión extranjera.
El eslogan de, más Ecuador para el mundo, se está complicando, el plan de desarrollo Creando Oportunidades, se aleja, de tal manera que es urgente que los implicados depongan actitudes, busquen puntos de acuerdo y se sienten a dialogar sin condiciones. Los acuerdos mínimos deben conjugar en la salud, seguridad ciudadana y reactivación económica, para ello debe haber una sincronización entre ejecutivo y legislativo, una mejor coordinación para legislar y entregar al aparato productivo leyes adecuadas que den garantías a inversionistas y empleados.
no olvidemos que están otros proyectos de ley en espera y a este paso no podrán ser aprobados en la Asamblea Nacional. Las reformas laborales, la ley de desarrollo económico y sostenibilidad fiscal, la ley de seguridad social y la ley de movilidad humana, solo para citar algunas, estarían siendo bloqueadas y con ello perdiendo la opción de dar seguridad jurídica a todos. Ni consulta popular, peor muerte cruzada, tampoco gobernar solo con decretos son las soluciones. Autoridades, no perdamos la gran oportunidad que aún tenemos de esa buena imagen internacional, procuremos llenarnos de empatía para solucionar los problemas, en sus manos está el presente y futuro del país. HORA DE RECONCILIACION.