Tiempo de los Camaleones / Dr. Guillermo Bastidas Tello

Columnistas, Editorial


Nadie ha enseñado tanto a la humanidad como estos humildes animalitos, se considera culto a quien bien oculta, se rinde culto a la cultura del disfraz, se habla el doble lenguaje de los artistas del disimulo. Doble actitud, doble confiabilidad, doble amistad, doble moral, una moral para decir y otra para hacer.

Con el paso de los años esta es una sociedad donde la gente quiere dos policías uno que ponga orden y el otro que de un chance, sociedad que quiere dos políticos uno que sea serio y el otro que me regale, quiere dos códigos de ética, que mi mujer sea casta y pura y que la del vecino sea flexible,  quiere dos códigos migratorios, uno que me permita mano de obra barata y otra que los eche de aquí a toda esa gente, persona que engañan para sacar provecho de su amigo entre comillas, amigos falsos que cuando quieren ganar algo te apuñalan por la espalda.

La diferencia entre este dócil animalito es que el camaleón cambia de color dependiendo su situación y en el lugar que se encuentre, lo hace para evitar ser depredado y para buscar de manera más fácil su alimento, la gente tiene doble moral dependiendo su situación y lugar, te hablan bien y es amable contigo por que necesitan de un beneficio;  otro gran ejemplo de el camaleón es la corrupción que se esta dando en este país.

Censuramos la crisis en la justicia y los casos de corrupción de magistrados, politiqueros, jueces, fiscales y litigantes, lo que ha permitido que la sociedad pierda la confiabilidad y credibilidad , no obstante estamos consumidos en el opio que nos adormece, ciegos y mansos antes las iniciativas de propender por una verdadera reforma a la justicia que permita acabar con la congestión judicial,  extinga su politización, impunidad, que  brinde celeridad de los procesos y la búsqueda de un instrumento que garantice el acceso a la misma por mérito.

No hay gente más agria, que aquellos que son dulces por interés.  

Es hora de hacer un pare en el camino, detenernos a meditar y analizar, pensar diferente no es un delito, es un derecho y a veces un privilegio, enseñemos valores y hagamos conciencia ya que la integridad es decirse la verdad a uno mismo y a los demás.

Vive de tal manera que cuando la muchedumbre piense en integridad, justicia, cariño piensen en ti. LOS QUE SE CREEN CAMALEONES NO TIENEN VERDADEROS AMIGOS, POR QUE LA GENTE QUE LE RODEA SABE COMO ES, SE HACE LA VICTIMA, INVENTA COSAS Y HASTA SE VISTE DE HUMILDAD PERO AL FINAL SE QUEDA SOLO.

                                                                                          *María Fernanda Paredes López

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