TENENCIA IRRESPONSABLE / Mauricio Calle Naranjo

Columnistas, Opinión

Hace pocos días en Tungurahua, los medios informaron de una persona atacada por un perro. No es el primer caso en la provincia, estas agresiones también han ocurrido a nivel nacional y en el extranjero. En Ambato poco se ha debatido acerca de las causas de los ataques y el cuidado responsable de razas consideradas a nivel mundial como “perros potencialmente peligrosos (PPP)”. Es verdad que existe una ordenanza municipal en el tema de la fauna urbana y el manejo de los caninos en espacios públicos, pero es evidente que gran parte de la ciudadanía no hace caso ni se interesa por acatar lo que el documento dispone.

En el país, la tenencia responsable relacionada a los “PPP” no se ha tratado a profundidad y con la importancia que merece, pues es innegable la correlación directa entre los ataques y las razas del grupo de los “PPP”. Lo que sí pululan son los pronunciamientos de grupos protectores de animales, quienes argumentan que no hay razas de alta peligrosidad, y que todo depende del entorno de la crianza. Estas razones, han sido descartadas en países del primer mundo, los cuales han prohibido a los ciudadanos, la tenencia de ciertas razas de “PPP”, y solo criaderos especializados, fuerzas armadas y policía, pueden tener a estos canes.

El listado de los “PPP” o de alta peligrosidad varía en cada país. Los más nombrados son: “Bull Terrier, Dogo argentino, Rottweiller, Pit Bull Terrier, Staffordshire Bull Terrier, Akita Inu, American Staffordshire Terrier, Fila brasileño, Dóberman, Dogo de burdeos, Bullmastiff, Tosa Inu, Mastín napolitano, Presa canario, Ovejero alemán, Gran perro japonés, Cane corso”. Aquí es donde la sociedad no llega a un consenso, y no recapacita que el comportamiento de algunos canes no depende del ambiente donde creció, por el contrario, llevan en su ADN las características propias de la raza. Existen perros tan peligrosos con dueños irresponsables, que no saben lo que su mascota puede hacer. Es como tener un galón de gasolina que solo necesita una chispa para que se encienda. Y si el propietario, es un individuo con rasgos sociópatas, será como darle un cuchillo a un asesino.

Con base en los ataques sucedidos en Ecuador, invito a los propietarios de perros altamente peligrosos, a razonar sobre la responsabilidad que tienen. Con una sociedad más educada en este tema, las familias tendrán la seguridad de pasear tranquilamente por las calles y parques, sin miedo de que a sus niños y abuelitos, un perro los desgarre o desfigure como en los casos recientes.

Deja una respuesta