Sostener el empleo, meta difícil / Ec. Mg. Diego Proaño PhD (c)
Cuando toda lógica y sentido común apuntaban a que se estimularía a la empresa privada para que esta sostenga el empleo, no quiebre y reactive la economía, tal como lo han hecho todos los demás países en el mundo en tiempos de COVID 19, en nuestra nación al contrario se pide aporte del sector privado (personas naturales y jurídicas) al gobierno, eso se puede evidenciar con las medidas económicas adoptadas, además del famoso proyecto de ley de apoyo humanitario que, succionará ingresos de hogares y negocios, dificultando más el difícil escenario de necesidad imperante de liquidez para las familias que ayuden al consumo y sobrevivencia, como a las actividades productivas que sostenga producción y empleo.
En este escenario el Ministro de Trabajo, quien compareció la semana anterior en la Asamblea Nacional, confirmó lo que se temía, el empleo pleno técnicamente llamado adecuado, está destruyéndose rápidamente, 66.400 personas han sido despedidas en estas semanas, eso significa el 2% de pleno empleo que se reduce hasta el momento. Por el lado del IESS, se puede ver más tétrico el escenario, porque 108.600 personas han sido desafiliadas. A través de los mecanismos de aparentes acuerdos entre empleadores y empleados, permitidos en acuerdo 077 del Ministerio de Trabajo, se han dado 22.856 modificaciones de trabajo, 3.947 reducciones y 1.331 suspensiones, en todos los casos significa perder ingresos a las familias.
Al momento están 261.557 servidores públicos y 103.407 empleados privados haciendo tele trabajo y se han hecho 834 visitas a empresas por parte de inspectores de trabajo, para ver el cumplimiento del derecho de los trabajadores. En resumen, van 420.000 personas afectadas entre reducción, modificación, suspensión, desafiliación y despidos, de ellos, 320.000 se realizaron de mutuo acuerdo (aparentemente). Con esta velocidad de cambios, la informalidad y desempleo aumentarán preocupantemente, de hecho la Organización Internacional del Trabajo OIT, estima que en Ecuador se pierdan unos 508.000 empleos, aunque de las cifras preliminares de la cartera de Estado, esta previsión podría aumentar a unos 700.000 los desempleados, cayendo el pleno empleo 15 puntos porcentuales y subiendo un 5% adicional el desempleo.
Este es el escenario laboral, con el cual iniciará la reactivación de nuestra economía con distanciamiento, a ello hay que sumar la poca gobernabilidad actual, el protagonismo político de algunos en un año pre electoral, la profunda crisis moral con una corrupción por todo lo alto, impunidad galopante, contrabando y especulación desbordante, endeudamiento a la orden del día, déficit fiscal en crecimiento exponencial y poca reacción gubernamental ante nuevos escenarios. Ojala esta vez sí aprendamos las lecciones.