Solo 218 para embridar a un presidente / Luis Fernando Torres

Columnistas, Opinión

En dos años, el todopoderoso presidente Biden, con mayoría demócrata en el Senado y en la Cámara de Representantes, descarrilló a su país. Aumentó el gasto y la deuda, debilitó la capacidad petrolera de Estados Unidos, se entregó en cuerpo y alma a los fanáticos de la ideología Woke, levantó la bandera del cambio climático para detener los programas energéticos fósiles y, por último, fue burlado por Putin. La inflación y los altos precios de la energía se originan, en gran medida, en sus nefastas políticas públicas.

En las recientes elecciones legislativas, los republicanos lograron colocarle una brida, para que baje la cabeza y, por fin, se someta a los intereses del país. Consiguieron mayoría en la Cámara de Representantes, con un voto de diferencia. De los 435 representantes o diputados, los republicanos se quedaron con 218 asientos, número suficiente para que Biden le haya dicho al líder conservador que está dispuesto a trabajar coordinadamente. En un día, la soberbia desapareció de su rostro.

A pesar que los demócratas retuvieron la mayoría en el Senado, la pérdida de control de la Cámara de Representantes les dejó desamparados, por el poder que tienen los diputados a la hora de aprobar el presupuesto, tramitar leyes y fiscalizar. Han anunciado los conservadores que van a investigar los vínculos de los hijos del Presidente con empresas rusas y chinas.

La democracia estadounidense se fortalece cuando los presidentes no tienen control del órgano legislativo, compuesto por dos cámaras, la de senadores y representantes. El presidente de turno deja de ser arrogante y se protegen mejor las libertades de los ciudadanos. Es impensable, en esas envidiables condiciones de equilibrio, que se tramiten leyes que menoscaben derechos, como aquellas que establecen absurdas restricciones o suben los impuestos.  

A los ecuatorianos se les ha vendido una idea equivocada del gobierno democrático, con la escenificación de intolerantes gobernantes  rasgándose las vestiduras y amenazando con la muerte cruzada cuando la Asamblea es de oposición y no de su agrado, acompañados de los corifeos del poder de turno, en cuyas sórdidas cabezas no existe espacio para la noción de equilibrio democrático.

Las libertades se protegen cuando ninguna autoridad concentra el poder. Gran lección de los 218 que le han hecho bajar la testuz al todopoderoso Biden.

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