Serie ODS: Objetivo 7 energía asequible no contaminante / Ing. Patricio Chambers M.

Columnistas, Opinión



Es la energía la que mueve al mundo físico y por ello debe estar al acceso de todos, además de una manera que no contamine los espacios donde se desenvuelve la vida de los pueblos. Esta idea es la que inspira al séptimo de los objetivos de desarrollo sostenible planteado por Naciones Unidas.

Una energía es limpia cuando mantiene armonía con la naturaleza, es decir que su obtención produce un mínimo o nulo impacto ecológico en el medio ambiente, tanto en sus procesos de extracción como de generación.

Se trata entonces de energías ecológicas, aunque en la práctica no exista aún una forma de obtención de energía aprovechable que sea absolutamente inocua en términos medioambientales.

Sin embargo, algunas contaminan mucho más que otras y dejan una huella imborrable de su presencia en el ecosistema y en la salud de los seres vivientes. Aquellas que parecen ser más seguras y confiables en términos ecológicos, son las que consideramos como limpias.

Las energías renovables o sustentables son aquellas que no agotan la materia prima de su proceso o que lo hacen tan lentamente que se le da margen a la naturaleza para reponerla.

Algunas de estas energías renovables pueden ser limpias porque contaminan mínimamente el medio ambiente, pero no necesariamente todas las energías que son limpias provienen de fuentes renovables.

Aquella que se adquiere de fuentes naturales y se renuevan por medios naturales, llegan a ser inagotables, pues no utilizan combustibles fósiles, sino recursos naturales capaces de renovarse ilimitadamente. Ejemplos de ello son la energía eólica, geotérmica, hidroeléctrica, mareomotriz y solar.

Según cifras de la organización de Naciones Unidas, el mundo está avanzando hacia la consecución del Objetivo 7 con indicios alentadores de que la energía se está volviendo más sostenible y ampliamente disponible.

Se habla de que el acceso a la electricidad en los países más pobres ha comenzado a acelerarse, la eficiencia energética continúa mejorando y la energía renovable está logrando resultados excelentes en el sector eléctrico.

A pesar de ello, es necesario prestar una mayor atención a las mejoras para el acceso a ellas y a tecnologías de uso de la energía renovable.

Parte de las metas 2030 planteadas para este objetivo es ampliar la infraestructura y mejorar la tecnología para prestar servicios energéticos modernos y sostenibles para todos en los países en desarrollo, en particular los países menos adelantados, los pequeños Estados insulares en desarrollo y los países en desarrollo sin litoral, en consonancia con sus respectivos programas de apoyo.

Además, aumentar la cooperación internacional para facilitar el acceso a la investigación y la tecnología relativas a la energía limpia, incluidas las fuentes renovables, la eficiencia energética y las tecnologías avanzadas y menos contaminantes de combustibles fósiles, y promover la inversión en infraestructura energética y tecnologías limpias

En general, garantizar el acceso universal a servicios energéticos asequibles, fiables y modernos; así como aumentar la proporción de energías renovables en cuanto a fuentes energéticas. (O)

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