Renegociación de la deuda externa/ Ec. Mg. Diego Proaño PhD (c)

Columnistas, Opinión


En días anteriores el Presidente de la República y el Ministro de Economía y Finanzas, anunciaban al país, que más de la mitad de tenedores de bonos soberanos del Estado ecuatoriano habían aceptado realizar un canje de bonos 2020 2022 y 2030, por nuevos papeles. 10 tipos de bonos que paulatinamente se irán venciendo, totalizan 17.375 millones de dólares, deben ser pagados junto a sus intereses. Si aceptan esta propuesta al menos el 66% de tenedores de bonos, en agosto serán canjeados por nuevos papeles con vencimientos en 2030, 2035 y 2040, con un período de gracia de 5 años y una tasa de interés menor a la originalmente pactada, esta bajará del 9,3% al 5.3%, provocando un ahorro a las arcas fiscales de 1.500 millones de dólares.

Además del alivio que esto causará a largo plazo, de inmediato liberará recursos del Presupuesto del Estado entre 2020 y 2021 en unos 3.000 millones de USD,  que tanto le sirven al gobierno para atender la emergencia sanitaria por la pandemia, como para reactivar la alicaída economía nacional. Esta operación de refinanciamiento ha sido vista con buenos ojos por los multilaterales de crédito como Fondo Monetario Internacional y Banco  Mundial, que ya se pronunciaron a favor como una buena decisión nacional. También hubo reacción afirmativa de las calificadoras de riesgo país, que entre el lunes 6 de julio del anuncio y el martes 07, el EMBI  de Ecuador, cayó de 3.279 puntos a 2.760 puntos, para situarse una semana después en un estable 2.880 puntos, mientras se van concretando las negociaciones de canje.

Si bien aparentemente el beneficio mayor sería para nuestro país, empero también lo será para los bonistas, en virtud que si ellos no cedían, el riesgo latente era que Ecuador declare moratoria de deuda (default) y ahí la cotización de esos bonos en los mercados internaciones tendrían un castigo mínimo de un 30% de su valor nominal, por el alto EMBI del país, provocando enormes pérdidas a sus inversiones, por ello al final del día, también salen beneficiados, porque si bien es cierto deberán esperar más tiempo para recuperar su capital, sin embargo seguirán ganando intereses y lo que es más, en cualquier momento antes de sus vencimientos pueden ser vendidos en instantes donde la economía ecuatoriana esté mejor y el riesgo país les favorezca, por eso la mejor alternativa para ellos, también era sentarse a negociar con nuestro gobierno y llegar a acuerdos de caballeros.

 Finalmente estos compromisos, servirán como una señal positiva para que otros inversores o prestamistas, le vean a Ecuador como un buen referente para traer capitales al país o para concedernos créditos en mejores condiciones, recordemos que todo eso se requiere para reactivar la economía del país, generar producción, empleo y consumo y hasta para fortalecer el esquema de dolarización. En todo lo que estamos pasando, esto fue una buena noticia para todos. (O)


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