Reconstruir el interés general

En la historia de diferentes países del mundo incluso del Ecuador, resaltan varios eventos donde el pueblo ha expresado su voz y existen narraciones de cómo los patriotas solían sacrificar hasta su vida por conquistar los derechos ciudadanos y el respeto a la voluntad general. Pero, con relación a la coyuntura presente, solo en los libros o en las leyendas populares se puede encontrar a personajes que combatieron a la hegemonía de turno. Y a héroes que lucharon por el equilibrio social, por la prosperidad de sus comunidades y por el futuro de las generaciones venideras.
Al año 2025, los ecuatorianos padecen de amnesia selectiva. No les importa perder lo que a pulso ganaron nuestros antepasados confrontando a la crueldad del poder obnubilado. ¿Qué futuro le aguarda a una sociedad egoísta, indolente y sin empatía? ¿Estamos destinados a la autodestrucción?
No queda duda que la estructura social ha sido desintegrada, y que al ecuatoriano no le preocupa ni le presta atención. El Ecuador está fragmentado, y todavía no existen indicios de una resurrección del interés general.
¿Qué significa patria para un ecuatoriano? La respuesta a esta pregunta es un silencio incómodo, y en pocos casos será el grito herido de poetas y ensayistas. Porque la sociedad solo siente a su país cuando le conviene, cuando saca ventaja para favorecer a sus intereses particulares. Porque se ha perdido la esencia del apoyo mutuo, la convivencia y el compromiso con el bienestar colectivo. La ciudad está cegada por alcanzar el éxito individual y no se percata que a través de narrativas absurdas le arrebatan sus derechos y beneficios.
Las sociedades fragmentadas y polarizadas están condenadas al fracaso. Sin embargo, si se toman medidas a tiempo y se reconstruye el tejido social se podría evitar el colapso. De todas formas, cada ciudadano debe ser consciente de la descomposición del país. Y si deseamos un mejor Ecuador para nuestros hijos, es momento de convertirnos en ciudadanos con capacidad reflexiva y defender el interés general.