Patate desde la nada / Patricio Arellano Abedrabbo

Columnistas

Un día viernes  de 1949,a las dos y diez de la tarde, una gran catástrofe redujo a escombros al aquel entonces tranquilo terruno de Patate, quedando en el dolor y el sufrimiento, bajo una nube de polvo y un dantesco cuadro de horror!…La ayuda parcial llegó, además se formó una Junta de Reconstrucción con el Obispo de Ambato la que en algo ayudó, sin embargo, Patate se levantó prácticamente solo, contra viento y marea, habilitándose el puente que se fue abajo, siendo inaugurado por el presidente Galo Plaza.

Después de este devastador desastre natural, sus calles angostas y polvorientas, la falta de agua potable reemplazada por la de vertientes, pocas casas y habitantes, con sólo 2 escuelas con escasez de libros y profesores; una sola cooperativa de carros, una sola planta eléctrica a diesel con muy pocas horas de luz; las cartas, telégrafo y telegramas para comunicarse; rudimentarios radios para escuchar algunas noticias…Los terrenos  tenían cerramientos de adobe y los aluviones eran pan del día. Para distraerse a veces se hacía presente un circo y un precario teatro que pasaba películas de la época apaciguando la tristeza. Para el frío se consumía con ansias el renombrado cognac y el pisco de uva…Las tradicionales arepas y el pan se preparaban en hornos de lena, y en las modestas tiendas se vendían pocos alimentos; los vestidos y ternos eran confeccionados por hábiles modistas y sastres. La tierra producía los tradicionales aguacates, mandarinas, tomates, taxos, duraznos, limas, limones, uvas con las que  se fabricaban excelentes vinos y pisco, y además se extraía de la cana un buen “guarapo” para calmar los nervios. No faltaba eso sí, el ornado, la fritada y la chicha de uva, el cuy, el caldo de gallina, los chigüiles, tamales y deliciosas humitas.

Para comprar todos esos manjares y otras golosinas, se disponía de escasos “reales” y como máximo un sucre, y cuidado con gastarse todo!…Sólo un enfermero, Sandoval, las hacía de todo con “pinchazos”que hacían brincar y un solo dentista que sacaba muelas al susto!…Los hijos muy respetuosos de sus padres saludaban siempre a los mayores, iban a misa todos los domingos, eran comedidos y solidarios, toda la gente se conocía y se ayudaba espontáneamente.., así como ahora??

La educación no podía quedar al margen como un pueblo capaz de superarse, tal es así que en la presidencia del Dr. Camilo Ponce Enríquez  se creó el Colegio Técnico Benjamín Araujo, bajo el pedido oportuno del profesor Carlos Aillón y del diputado por Tungurahua el Sr. José Arellano Gavilanez al Parlamento Nacional, y en honor a un filántropo patateno Don Benjamín Araujo quien donó sus terrenos; su Rector fue el Sr. Rómulo Gavilanez, ilustre maestro, cuando cursábamos la primaria….Desde aquellos tiempos de prueba, Patate ha surgido como el ave fénix hacia lo alto, mereciendo luego su Cantonización, venciendo los retos y transformándose en el hermoso Valle de la Eterna Primavera!…”Pueblo activo del gran Tungurahua, es tu agro magnífico y grande, que florece fecundo en el Ande, como emblema del triunfo sin par. Tu glorioso pasado, Patate, impertérritos tus hijos forjaron y el cantón con amor levantaron, como fruto de trabajo y de paz. Son tus hijos altivos y fuertes, nunca ellos esclavos nacieron, con talento y esfuerzo lucharon, poniendo en alto la Patria y la Cruz…! (O)

 

Lunes con Salud/Hacia la Salud por la Naturaleza

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