Pan para hoy hambre para mañana / Edison Narváez Z.

Columnistas, Opinión

Una vez que el Presidente de la República finalmente resolvió disolver la oprobiosa Asamblea, el país apunta a una nueva etapa electoral el próximo 20 de agosto, y en caso de ser necesario una segunda vuelta, ésta será el 15 de octubre.

Ciertamente, la muerte cruzada herramienta democrática con la cual se mandó a sus casas a los asambleístas, supuso para los ecuatorianos una suerte de purga colectiva, que hizo que los ecuatorianos tengamos por un momento una sensación de tranquilidad. No obstante, nuevamente entramos en conciencia de la realidad nacional, y resulta que una vez más está en nuestras manos elegir responsablemente asambleístas y presidente. ¡Que Joda!, dirán muchos. Como hacer para que colectivamente nos apropiemos de valores y nos centremos en que con el voto, cada ecuatoriano tiene la posibilidad de construir sin esperar milagros; es decir el voto es poder, por tanto es imperativo que los ciudadanos no nos dejemos conquistar por los milagreros que nuevamente saltan a la arena política aprovechándose del malestar democrático que vive el país para ofrecer dádivas como aquellas de crear subsidios  antes que empleo; eso lo hacen los populistas para mantener a la población como sus clientes cautivos, en lugar de propender gente libre con capacidad para tomar decisiones.

La pregunta que todos se plantean es ¿Quién es la persona más apropiada para que asuma la Presidencia del Ecuador?, pero ésta pregunta genera más interrogantes que respuestas; evidentemente nos debe ocupar la obligación moral de investigar quienes son los candidatos, ¿A quiénes representa?, ¿Cómo financian su campaña? – Aprendamos a identificar a los caudillos populistas que se disfrazan de héroes con propuestas dirigidas a la emoción antes que a la razón; como aquella “afrentosa promesa de un candidato que ofrecía repartir mil dólares a un millón de familias en su primera semana de gobierno”. O aquella propuesta de otro candidato que “prometía acabar con la corrupción y el déficit fiscal de un plumazo”, es decir quitando el rubro corrupción, desaparece el déficit. La lista de propuestas circenses es interminable; por tanto, es imperativo que la ciudadanía tenga herramientas para evaluar las propuestas: ¡Cómo lo va hacer, con que plata, a quien realmente beneficia la propuesta! En este contexto toma importancia el trabajo de los medios de comunicación; no dejarse llevar por las ganancias de los pautajes publicitarios; sino guiar al sufragante.

Apuntarle a quien te diga ¿Cómo crecerá la economía?: la Economía crece con inversión, ¿Cómo impulsar la inversión:  Con estabilidad Jurídica, Con una nueva ley laboral, Con competitividad financiera y libre movilidad de capitales, etc. etc.

Un Ecuador próspero no nace de las imposiciones de regímenes autoritarios y corruptos, nace de la transparencia, de la igualdad jurídica y el libre mercado. Algo que a los populistas no les gusta son las reformas estructurales, porque los resultados se dan en el largo plazo, y esta gente trabaja para el corto plazo es decir para las próximas elecciones: Pan para hoy, hambre para mañana. (O)

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