Padres atentos ante anomalías de sus hijos

Ciudad
En cirugía terminan pocos casos. Esta casa de salud está en capacidad de hacer este tipo de cirugías. Pero las operaciones se pueden evitar si los padres siguen las instrucciones de los especialistas al seguir los tratamientos, añadió el especialista. (Foto El Heraldo)


Mónica Chango dio a luz a su tercera hija hace ocho  meses. En un examen de rutina se enteró ayer por parte del traumatólogo del Hospital General Docente Ambato, que su pequeña tiene displasia de cadera.

“La pediatra me dijo que le hiciera la radiografía a mi hija  y que luego la valoración con el traumatólogo. El resultado fue displasia de cadera. Me toca iniciar con el tratamiento, porque en el futuro no deseo verla con problemas al caminar”, señaló la progenitora.

Las patologías más frecuentes que presentan los niños es displasia de cadera, pie plano y pie equino. La primera es la alteración en el desarrollo de las caderas, donde no hay una adecuada congruencia entre la cabeza del fémur y  deslice hacia adentro y hacia afuera del cotilo. Se puede tratar en edades tempranas; es decir, en bebés de pocos meses de nacidos, mediante el tratamiento ortopédico (arnés de Pavlik o férula de Arch). Esta patología es multifactorial, explicó el traumatólogo Diego Heredia.

Para evitar la displasia de cadera en los niños, es importante los controles que la madre hace a su hijo desde el nacimiento en los subcentros  y casas de salud con el pediatra. Los ecos o radiografías son de utilidad. Cuando llegan al hospital estos exámenes son analizados y se hace seguimiento mensual hasta que se corrija la deformidad, e incluso después de que empieza a caminar el niño. (I)

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