Oportunismo y populismo riman / Mario Fernando Barona

Columnistas, Opinión



A propósito del paro y las medidas tomadas por el presidente Lenín Moreno, alguien me decía que está muy de acuerdo con las declaraciones de Cynthia Vieri, alcaldesa de Guayaquil, que ese es el verdadero sentir del pueblo, que el costo de la vida va a subir y que en definitiva hay que eliminar las medidas tomadas. Pero, ¿qué dijo exactamente la burgomaestre guayaquileña?: “El gobierno acaba de subir los pasajes del transporte en todo el país. Sube el costo de la vida, afecta el bolsillo de los más pobres y al final crea desempleo al subir los costos de producción.” (…) En Twitter puso: “Las medidas económicas tomadas por el gobierno central se resumen en una sola: subieron el pasaje del transporte público y de carga, por lo tanto, el costo de la vida. Escondieron la serpiente en un canasto de manzanas”.

Estas declaraciones de una socialcristiana, insultando el buen juicio, el sentido común y la coherencia ideológica, y mas bien haciéndole coro a la funesta, despiadada e irresponsable demagogia populista, puede resultar entendible desde la óptica electorera (ya están en época de precampaña) pero ética y moralmente resultó un escupitajo a sus propios rostros.

Por escenas como esta, jamás vamos a terminar de asombrarnos de la política. ¿Quién se iba a imaginar que en algún momento los socialcristianos iban a convertirse en caja de resonancia de las impúdicas y groseras manifestaciones del correísmo? ¿Quién en su sano juicio iba a pensar que Viteri repitiese ‘convencida’ las mismas frases populistas hechas a la medida de un guión socialistoide?

Lo que tanto los correistas y ahora Viteri no dicen es que Ecuador era uno de los pocos países en el mundo que aún subsidiaban los combustibles, y por lo tanto, eliminarlo era lo más sensato. No dicen tampoco que no se está subiendo el precio de las gasolinas, se los está sincerando para que en el futuro ya no suban más. No dicen que hay medidas compensatorias como la eliminación de aranceles para insumos agrícolas y muchas otras, como buenos demagogos, sólo se quedan en que las medidas son muy duras y que van a afectar al bolsillo del pueblo, no dicen -porque no les conviene decir- que son necesarias, justas y que no hubo gobierno alguno (mucho menos el de Correa) que haya tenido los pantalones para llevarlas a cabo.

Eso no es jugar limpio, es burlarse de la desinformación de un pueblo y ofender su inteligencia.

mariofernandobarona@gmail.com

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