NEGOCIOS EN LAS VOTACIONES / John Tello Jara

Columnistas, Opinión

Al margen de los triunfadores a diferentes dignidades en los comicios electorales, se vive una verdadera fiesta democrática, música, debates, propuestas, barras de cada grupo, entrega de recuerdos, afiches, camisetas, gorros  y demás  es la tónica en este crucial momento político que vive el país y reactiva la economía.

Se genera mayor mano de obra, para acompañar a los candidatos, vitorear el paso por diferentes sectores, flamear las banderas, retumbar los tambores  que en algunos casos es acompañada por una banda de pueblo; es recurrente y de seguro para algunas personas molestosa su presencia, pero para otras es un fenómeno normal del quehacer en campaña.

Pero el día de las elecciones es esencial para fomentar la actividad económica, es así que encontramos a las caseras expendiendo el tradicional hornado, acompañado por las gaseosas cerca de los recintos electorales, no deben faltar los clásicos emprendedores que evitarán que nuestra papeleta de votación se deteriore, ofreciendo el servicio de plastificado.

Los periódicos locales se venden en mayor medida por la curiosidad de los electores sobre las actividades del sufragio, si el tiempo se muestra esquivo y se avizora en el horizonte una llovizna, de seguro se presentarán aquellas personas que expendan paraguas en el momento indicado, nadie sabe de donde aparecen, pero estarán allí.

Si el sol se hace presente en el transcurso del día, la oferta de gorros, sombreros, agua helada, también estará allí, “las votaciones son una oportunidad para generar unos dólares para llevar a casa” manifestaban unos jóvenes, mientras hacían compras en el mercado central donde me encontraba  junto a mi familia sirviéndonos el tradicional llapingacho.

El día siguiente a las votaciones bajará la actividad comercial, pues ya no se necesitará a tanta gente para las caravanas, tampoco se requerirán los atuendos o las plastificadoras, pero ya nos alistaremos para otra aventura, la fiesta de la fruta y de las flores, la cual igualmente dinamizará la actividad económica, con otro entorno, con otro fin, veremos la preparación de los carros alegóricos, los desfiles, los bailes, los espumantes (que son prohibidos), los hoteles abarrotados, en fin seguiremos viviendo festividades que conciten la generación de mano de obra y una dinámica económica.

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