Nacer, vivir y … / Jaime Guevara Sánchez

Columnistas, Opinión

No hay escapatorias sencillas, estos días son muy especiales; motivan a meditar en muchas cosas, miles de cosas. En mi caso, el número 21 viene a la cabeza con mucha insistencia; ¿por qué?

Tiempos atrás, un agente de seguros que intentaba venderme un seguro de vida, me hizo un montón de preguntas sobre la familia, la salud personal, mis hábitos alimenticios, otros hábitos, etcétera, etcétera. Después de unos días el hombre me dio el fallo: “su expectativa de visa es de 21 años.”

En otras palabras, me dio 21 años de vida. Lo cual significa que aquel hombre estaba apostando un monto de dinero sobre un destino sin respuesta, pero que él lo consideraba cierto.

¿Por qué 21 años? ¿Viviré 21 años más? Por supuesto que cualquier cosa puede pasar. Pero supongamos que yo supiera que las tablas actuariales fueran exactas y que pudiera contar con esos 21 años, “garantizados”; ¿Qué diferencia producirían en la vida?

En estas fechas parece que el flujo ordinario de la vida se detiene, y uno ve la existencia como un todo. Toma decisiones sobre qué es lo que da significado a la existencia y cuales son los ingredientes de una existencia significativa. Éxitos y fracasos tropiezan en la mente. Uno retiene notas de patrones, estaciones del año, transiciones.

Según los días y los años, cuan insignificantiva o sin esperanza puede parecer la vida; solo para convertirse en lago excitante y llena de esperanza en día siguiente. Todas nuestras salidas por el foro se convierten en entradas en el escenario. Las preguntas llueven.

¿A dónde nos vamos cuando morimos? ¿Produce dolor el acto de morir? ¿Cuándo muramos será como la muerte de la mascota más querida? ¿Todo lo que hay en el universo muere? ¿Por qué? ¿Por qué?

En estos días y noches todos los razonamientos sobre la vida y la muerte, o son al revés. Son sobre los apegos profundos que tenemos hacia otros seres vivos; sobre los rituales obligatorios del hola, del buenos días, del hasta luego; demostración de nuestro apego a la vida de nuestro derredor. Y son sobre cómo ayudamos a los críos a comprender las lecciones básicas de la existencia humana.

Nada sobre ser un ser humano sorprendente mas que la capacidad de nacer, crecer, vivir, vivir, vivir y … morir. (O)

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