Miñarica II: Atentos y unidos contra la inseguridad barrial

Grandes letreros ubicados en varias esquinas del barrio Miñarica II, anuncian el reproche a la inseguridad. 

Frases como «ladrón detenido será ajusticiado» se leen en dichos letreros, aduciendo que el vecindario está unido ante cualquier problema o persona desconocida que pretenda interrumpir la tranquilidad. 

En la zona vive Verónica Valencia, quien junto a su familia aseguró estar pendiente de las cosas que suceden afuera de su domicilio, considerando que hasta el año pasado se registraron robos y asaltos en el sector. 

Por ello decidieron colocar los letreros anunciando o advirtiendo a los malandros. 

Entre las necesidades que poseen los vecinos, está la construcción de cerramientos de ciertos terrenos que permanecen abiertos, siendo focos de inseguridad; además, existen pasajes que están empedrados y con maleza creciente. 

La mala hierba se ha tomado una parte de la vía principal del barrio causando malestar en los vecinos y sobre todo preocupación, ya que tras de los arbustos se esconden sujetos desconocidos especialmente en la noche. 

«Hemos tenido necesidades, pero gracias a la colaboración y participación de los moradores se ha logrado poco a poco cubrir los requerimientos. Ahora se necesita el apoyo de las autoridades, especialmente para que se exija la construcción de cerramientos en aquellos lotes baldíos», dijo Marlon Chicaiza, morador. 

Con el inicio de la cuarentena algunas tiendas improvisadas se han ubicado en garaje y portones de las viviendas, considerando que la zona el momento es residencial. 

Adicionalmente piden a la Policía Nacional controles permanentes, ya que en los días de confinamiento se ha visto la llegada de grupos de personas extranjeras que pretenden engañar a los vecinos con la supuesta venta de productos. 

«Tenemos temor de personas que llegan a ofrecer en cada vivienda productos, a veces no sabemos si son confiables o no, por ello es preferible la presencia policial, sobre todo cuando inicia el toque de queda», señaló Abigail Arboleda, vecina. (I)