‘Matador’ Botero, máximo goleador celeste

En la historia de Macará quedó grabado un nombre que será recordado por generaciones, un jugador que se convirtió en una leyenda al ser el máximo goleador del equipo vistiendo la azul celeste. Se trata del delantero argentino ecuatoriano, Cristian José Botero, conocido como el ‘Matador’.
Botero mostró su capacidad goleadora y entrega dentro del campo de juego con la divisa ambateña, marcando una época dorada a finales de los 90’s e inicios de los 2000, donde se convirtió en el máximo artillero del torneo ecuatoriano de fútbol en 1999, anotando 25 goles.
El ‘Matador’ anotó 61 goles con la piel celeste lo que le convirtió en el máximo goleador de su historia, destacándose por su letalidad frente al arco, recordado por su amor a la camiseta y las alegrías que dio al viejo y querido ídolo Macará.
Su llegada a Ecuador y al fútbol ambateño se dio procedente del balompié mexicano, en 1999, donde militaba en Aguas Calientes. Estuvo en Macará hasta el 2000, posteriormente salió a jugar en Delfín SC, Deportivo Cuenca y Emelec. En el 2005 nuevamente regresó a Macará permaneciendo hasta el 2007 y finalmente pasó a Universidad Católica, en el 2008.
Según la historia, Cristhian Botero llegó a Ambato con la misión de marcar diferencias y terminó marcando una era. Con 61 goles se convirtió en un símbolo del club, un delantero letal, frío para definir y gigante para aparecer cuando más se lo necesitaba. Cada gol llevaba su sello propio, potencia, lectura, calma y mucho corazón celeste.
En 1999, cuando se consagró goleador del Campeonato Ecuatoriano, su nombre apareció en el mapa nacional. Su regreso a Macará fue aún más grande, en 2005, fue pieza clave para conseguir el título de Serie B, retornando al equipo a la Serie A.
Botero no fue solo un delantero, fue un líder silencioso, un referente, un jugador que se ganó el cariño de Ambato, sobre todo de la hinchada celeste con sus goles y entrega. Su nombre quedó grabado en la historia celeste y cada hincha lo recuerda con respeto, admiración y gratitud por defender la piel del ídolo ambateño, Macará. (D)
